Dir. Ho-Cheung Pang | 91 min. | Hong Kong

Intérpretes:
Chapman To (Shing)
Isabella Leong (Yan)
Steven Cheung (Shing – joven)
Sui-man Chim (Landlord)

En el año 1999 Macao se encontraba a punto de ser devuelta a China luego de años de administración portuguesa, una ciudad dedicada al comercio por ser un punto portuario. En ella confluye una mixtura cultural entre chinos y portugueses, inclusive ambos son sus idiomas oficiales. Es en este lugar, donde un policia corrupto y mujeriego (Chapman To) con una vida más que desordenada, una noche intenta seducir en estado de ebriedad a una joven (Isabella Leung), sin saber que esta es la hija que nunca conoció en su juventud. Este encuentro ocasionará que este policía se replantee muchas cosas, entre ellas su futuro.

Ho-Cheung Pang, joven director de Hong Kong, utiliza la ciudad de Macao para, en sus recovecos y callejones, contarnos una historia de pérdidas y encuentros, de errores del pasado y esperanza en el futuro. El policía, el cada vez más en ascenso Chapman To, es el reflejo de la decadencia y de la dejadez de un hombre que se encuentra vacío, incapaz de amar a una persona quizás por un recuerdo y error del pasado, y que por ello se dedica a amores pasajeros, furtivos y dolorosos producto del alcohol y desenfreno de su vida.

A través de su hija, el policía inicia un camino de reconstrucción de su pasado, conocer ese otro hombre que andaba adormilado en su cuerpo cansado e iniciará dentro de sus pocas virtudes morales un camino de redención no solo con su hija sino con el fantasma de Isabella, ese sinónimo de pérdida que vaga sin presencia física por toda la película.

Isabella no es una pelicula con un ritmo acelerado, es más es una cinta que quizás empiece hasta algo confusa y que resulta, en su sucesión de imágenes, una codificación del presente y pasado del policía, en sus supuestamente casuales encuentros con su hija para luego de la mitad del metraje en adelante, centrarse en esta relación paternal, de tiempos perdidos y de reconstrucción moral en la vida de sus personajes.

Si de algo habría que reprocharle a la película, es el intento de este joven director de acercarse al cine de Wong Kar-wai por lo menos en el nivel estético, el uso de las melodias, las miradas que dicen mucho y por supuesto el manejo de sus personajes, con la diferencia que esta cinta es una historia de amor pero a niveles distintos más de lazos y fortalezas de la misma sangre

Sin embargo, contradictoriamente a lo dicho, estéticamente, la cinta es una belleza, la fotografía, la musica de Peter Kam, la ciudad que toma vida propia con la excelente vista de Macao, la recreación y los colores son elementos a tener en cuenta. Todo va de la mano con la cadencía y parsimonia del filme.

Es una cinta que busca ser una nueva alternativa estética al cine de Wong Kar-wai, de quien es evidente calca el estilo visual con más que diestra maestria, pero que también regala una mirada propia de director, respecto al amor, pero no ese amor lacrimógeno y telenovelesco, sino de ese amor, entre padre e hija, nacido de sus carencias y ausencias, en una simbiosis afectiva cuyo tratamiento visual y narrativo es de por sí envidiable.

Alex Guerrero