No puedo creerlo. Son dos malas noticias en un solo día, y las dos tienen que ver con buenas películas que simplemente llegarán tarde a nuestras pantallas o, peor aun, serán recibidas de un modo no concebido originalmente por sus realizadores.

Y es que después de enterarme que Little Miss Sunshine visitará recien nuestras pantallas en junio (¿todavía no terminan de creerlo?), ahora Laslo me pasa la voz acerca de un pequeño detalle sobre Grindhouse, el double feature de la dupla Rodriguez-Tarantino que venimos aguardando, religiosamente, en las páginas de Cinencuentro.

Pues bien, vayamos al grano. Ya hemos hablado de la película y del homenaje que significa para los Grindhouse Cinemas, que eran salas en las que se acostumbraba colocar, de corrido, dos (y hasta tres) exploitation films por el precio de uno (una «función doble continuada» en lenguaje local).

Pero como este mundo es cada vez más malo-malo, tengo el penoso deber de informarles que el estudio que posee los derechos del filme tiene un cuestionable plan de lanzamiento para los países de habla no inglesa: presentar la película en dos partes, es decir, Grindhouse: Planet Terror (Rodriguez) y Grindhouse: Death Proof (Tarantino). ¿La excusa? La poca tradición de Grindhouse Cinemas fuera de la tierra del Tío Sam. ¿La realidad? Tener que pagar dos veces por una cinta que fue concebida como una sola. ¿Preocupaciones? Qué será de aquellos maravillosos falsos trailers de los que hablábamos el otro día. ¿Algo positivo de todo esto? Al ser cintas independientes, se les añadiría metraje no incluído en las versiones originales para que de esta manera puedan sostenerse como una película standard. Pero ni con eso, pues.

¿Es Grindhouse un double feature de la dupla Rodriguez-Tarantino? Sí, pero depende donde vivas. Nuevamente: maldición.