Persona (1966)


Dir. Ingmar Bergman | 83 min. | Suecia

Intérpretes:
Bibi Andersson (Alma)
Liv Ullmann (Elisabeth Vogler)
Margaretha Krook (Doctora)
Gunnar Björnstrand (Mr. Vogler)

Una actriz de teatro, Elisabeth Vogler (Liv Ullmann), pierde repentinamente el uso de la voz; abandona intempestivamente un montaje donde representa a Electra y es llevada a una clínica, encerrándose en un silencio absoluto. Su enfermera, Alma (Bibi Andersson), va con ella a un chalet solitario al borde del mar para intentar curarla del mutismo total en el cual se refugió. Aisladas, entre las dos mujeres se instaura un intercambio singular: al silencio de la paciente se opone el mar de palabras de la enfermera que va descubriendo su interior a través de ellas.

La película ocupa una posición central en la obra de Bergman. Luego de haber llegado a la cima de su arte, Bergman atraviesa un período de incertidumbre personal. Con su trilogía de «las películas de habitación” de una factura austera y más purificada aún que sus obras anteriores, se interesa por la locura, por la soledad y por la imposible búsqueda divina (Véanse: Como en un espejo, rodada en 1961, Los comulgantes de 1962 y El silencio, realizada en 1963). Bergman es entonces acechado por la muerte y pasa una larga estancia en el hospital donde se trata de una pulmonía. Víctima de una alucinación, ve a dos enfermeras a su cabecera confundirse en una sola y misma imagen: la idea de Persona nació y es en este contexto de duda y búsqueda psicoanalítica que es necesario rescatar esta obra maestra.

Persona es desde muchos puntos de vista una película sobre la relación del artista con el mundo. La actriz Elisabeth Vogler se refugió tras el silencio. Sin embargo, Persona nos habla sobre todo de la potencia de la palabra antes que de la ausencia de ésta. Se trata de delimitar el poder de las palabras cuyos efectos superan a menudo nuestra voluntad. Si el objetivo de Alma es curar a su paciente hablándole, su terapia se da vuelta rápidamente contra ella. El médico que junto con Alma se había encargado del caso de Elisabeth desaparece. Una vez que se va este intermediario, Alma está sola ante el silencio de esta paciente que se convierte en su doble.

La primera cuestión, es decir, comprender las razones del silencio de Elisabeth, es suplantada rápidamente por un segundo tema que se sitúa en la esfera de influencia de las teorías de Jung: las dos mujeres son duales y la transferencia de personalidad se hace simbólicamente por medio de un conflicto latente y luego aparente entre la envoltura exterior, la personna, y la imagen del alma interior. Los deseos secretos de Alma se revelan al igual que su amor por Elisabeth, sin que sepamos verdaderamente dónde se sitúa la frontera entre el sueño y la realidad, entre lo real y lo fantasmático. Fascinadas la una por la otra, alimentando una relación de amor y de odio, la crisis va a fundirse en un intercambio de identidades, en una escena que se ha vuelto famosa: Elisabeth se convierte en Alma y Alma se convierte en Elisabeth en el momento en que intenta reconstruir el camino de la actriz.

La realización de la película es admirable; aparece como una reflexión sobre el séptimo arte. En efecto, ahí, Bergman exploró todos los medios al alcance del cineasta para expresar una realidad psicoanalítica compleja: convocando la fuerza de las luces y movimientos, manejando los sonidos y las voces con flexibilidad, el realizador mezcla también distintos tipos de imágenes, sean aquellas que parecen representar la realidad, aquellas de los relatos de Alma o incluso aquellas oníricas y sublimes de dos mujeres tocando lo inefable. Y parece haberlo expresado certeramente en una frase: «Siento hoy que en Persona llegué tan lejos como puedo ir. Y que he tocado, allí, con total libertad, los secretos sin palabras que solamente el cine puede descubrir.«

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3 respuestas

  1. […] además ambiciosa, porque tiene como referentes a grandes películas y directores. Se cita a Persona de Bergman, a Buñuel, a Hitchcock (Vértigo, Psicosis, el tema de la doble identidad y el falso […]

  2. […] enero de 2009, la muestra fotográfica que recoge el trabajo del director de Las fresas salvajes y Persona, con textos de ganadores del Nobel. Todos ellos montados sobre las tablas. Así se podrá apreciar […]

  3. […] enero de 2009, la muestra fotográfica que recoge el trabajo del director de Las fresas salvajes y Persona, con textos de ganadores del Nobel. Todos ellos montados sobre las tablas. Así se podrá apreciar […]

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