Luego de Madeinusa, Claudia Llosa demostró que con La teta asustada podía encontrar mayores cimas en su carrera cinematográfica, lo que fue refrendado por el Oso de Oro del Festival de Berlín, una inyección de adrenalina para una cinematografía tan intermitente y azarosa como la peruana. Luego del merecido periodo de celebración, cabe analizar una vez más la obra de la directora, buscando un enfoque múltiple y lanzando varias preguntas.

¿Cuáles son los referentes o los modelos de la forma de representar de La teta asustada? ¿Tiene precedentes en el cine peruano? ¿Cómo valorar las múltiples resonancias simbólicas que diversos críticos e interlocutores han atribuido a la travesía de Fausta? ¿Qué decir de los referentes sociales que dibujan una historia de marginalidad y violencia extrema? ¿Podemos decir que las canciones en quechua se enhebran coherentemente en la historia? ¿Y el tratamiento visual, estético, el barroquismo que salta a la vista, es un acierto o no?

Pero no sólo se trata de ver los elementos internos de la obra, buscaremos también analizar la película en el contexto del cine actual de nuestro país. En ese sentido, ¿la película viene a ser un hito expresivo en el cine peruano, en relación con los espacios populares y la creación de personajes? ¿Es un punto de partida para alejarnos de los estereotipos que han poblado y hasta ahora persiguen a nuestro cine? ¿Qué puertas se abren y qué otras se cierran en nuestro país tras La teta asustada?

Para conversar sobre estos tópicos tendremos como invitados a la directora de arte de la película, Susana Torres, quien es colaboradora habitual de los proyectos de Claudia Llosa; también nos acompañará Ladislao Landa, doctor en Antropología y catedrático de la Universidad de San Marcos; y por último el crítico de cine y profesor universitario Emilio Bustamante. Como siempre, moderará la charla Ricardo Bedoya. La cita es este jueves 28 de mayo, a las 7.30 p.m., en el Centro Cultural Peruano-Británico de Miraflores, en Jirón Bellavista 527. Organizan Cinencuentro, Páginas del diario de Satán y la institución que nos acoge. El ingreso es libre.