Todos nos podemos relacionar con una banda como Café Tacvba, ya sea personalmente, con sus temas más conocidos, populares y fiesteros; o a través de algún conocido, muy cercano o no tanto, alguien que se conoce toda la discografía y biografía de los cuatro de México.

Mi caso pertenece un poco a ambos grupos: siempre escuché la banda, o mejor dicho escuché sobre la banda, de su existencia y su fama, y conocía sus canciones más radiales. Fue recién con los últimos discos que le presté la atención debida, y bien merecida, como luego comprobé. Pude hacer mías varias de sus canciones y disfrutar sus conciertos como un fan más. Cuando conocí ciertas personas que tienen a los Cafeta como algo realmente muy, muy especial, ese respeto y cariño que tenía por los mexicanos creció aun más.

Siento algo de orgullo, no sé si tonto o provinciano, pero orgullo compartido al fin, cuando escucho en este documental Seguir siendo a diversas personas que saben de lo que hablan cuando se trata de música, referirse tan bien y tan alto de Café Tacvba: «están al nivel de artistas como The Beatles, U2, Radiohead», «están entre las mejores bandas de la historia, y punto». Así de rotundo.

Esta película está llena de momentos así de entrañables, es un detrás de cámaras de la vida de la banda, una mirada íntima a sus giras, su chamba diaria, su proceso creativo, y sus problemas, que los tienen. El tour por Japón es el climax de la expresión de una fanaticada y reconocimiento realmente global. La película además toma prestado el título de la sentida, oscura canción que escribió Quique. Quizá este haya sido un dato de trivia que algunos fans ya conocían, pero para los que no, la revelación que se registra en este documental, el momento en que el bajista confiesa que «Seguir Siendo soy yo», cala profundo, y hace que uno escuche esta canción con otros oídos, pensando a partir de ahora en el tipo parado allá al fondo, detrás del cantante.

En las imágenes utilizadas para este documental no aparecen sus conciertos en Lima, pero sí uno en Buenos Aires, además de una aparición fugaz de Cerati, en otro momento. Eso le dió un toque especial a su presentación anoche en el BAFICI. (Con el entusiasmo cargado luego de esta función me animo a sugerir a los fans de Cafeta en Perú que organizen una proyección oficial del documental en Lima. Si ya lo han hecho, o lo piensan hacer, por favor avísennos).

Para poder disfrutar y emocionarse con esta película no hace falta ser fanático ni gran conocedor de «Rubén y los Tiesos», que es como Meme llama a la banda, en plan de joda. Basta querer la música y a sus creadores, unos tipos, que si no los terminas queriendo, te meten un par de balazos pa’ que te duela!

Véanlo el viernes 8 a las 23:45 en el Cosmos; sábado 9 a las 20:30 en el Malba; viernes 15 a las 15:30 en el Atlas Santa Fe.