El segundo largometraje del director Daniel Rodríguez, Vientre, acaba de terminar su rodaje a mediados de junio, en las afueras de Lima.

La película, un thriller protagonizado por Mayella Lloclla, Vanessa Saba y Manuel Gold, cuenta una historia sobre el lado oscuro del deseo materno.

“La historia gira en torno a Mercedes (Mayella), una joven huérfana que deja su trabajo en el camal para ser contratada por Silvia (Vanessa), una viuda a quien ayuda en los quehaceres de la casa. A esa misma casa llega Jaime (Manuel), un mochilero en ruina que termina haciendo arreglos en el domicilio por dinero. Debido a una serie de hechos provocados por la solitaria Silvia, los empleados se unen como pareja. Al ser Silvia la artífice de esa relación, está convencida de que el bebé que nacerá producto de esa unión es suyo y con él al fin se despojará de toda esa frustración que carga por no poder ser madre”, adelantaba el director semanas atrás.

El rodaje de Vientre duró 26 días, y se realizó en una locación en Chosica. Los exteriores se hicieron en Cocachacra y en San Bartolomé, cerca a Chosica. La película está ahora en proceso de edición, la fecha de estreno aun no está definida.

Daniel Rodríguez Risco dirigió anteriormente El acuarelista (2008), su opera prima. Conversamos con él, para conocer algo más de su nuevo filme:

¿De dónde proviene la historia de «Vientre»?
“Vientre” trata sobre el lado oscuro del deseo materno. La historia se originó cuando, a partir de una experiencia personal, descubrí como algo tan lindo como el deseo materno, al volverse obsesivo, podía trastocarse en algo peligroso.

Esta historia es un guion tuyo, escrito hace una década. ¿Lo reescribiste en este último tiempo, más cercano al rodaje?
El guión original lo escribí en el año 2000. Lo retomé en el año 2010, junto con mi hermano Gonzalo, que es mi coguionista. Hicimos juntos un taller con Julio Rojas, el guionista chileno, y luego yo participé en dos seminarios de Robert McKee, uno de guión y otro de géneros cinematográficos, que sirvieron mucho para conocer las convenciones del thriller psicológico e ir validando nuestro trabajo.

En una entrevista previa leemos que esta vez optarás por un cine más comercial. ¿Qué te llevó a dar este giro, hacia este cine más afín al público general?
Con este proyecto mi intención no ha sido virar hacia un cine más comercial, sino, a diferencia de lo que hice en “El acuarelista”, tomar en cuenta al espectador como parte de la ecuación. Tanto en el guión como en la propia realización, esta vez sí me he preocupado del efecto que cada una de mis decisiones tendrá en el espectador.

¿Cuáles fueron tus referentes para realizar este thriller? ¿En qué radican esas innovaciones en el cine peruano que mencionas en aquella entrevista?
Mis referencias iniciales fueron thrillers norteamericanos como “Misery” o “Atracción fatal”, pero luego los abandoné cuando sentí que el tratamiento de las antagonistas era demasiado maniqueo. Al final opté por ceñirme a las convenciones del thriller psicológico señalados por McKee, pero les dije a mis actores que el género era sólo la forma, el vaso que sirve de recipiente al agua. Ustedes, les dije, no tienen nada que ver con el vaso, eso ya está incorporado en el guión, ustedes tienen que ver con el agua, es decir, con las relaciones, con los eventos emocionales, con vivir genuinamente nuestra historia.
En cuanto a innovaciones yo no usé esa palabra durante la entrevista mencionada, sólo dije que no se hacían muchas películas de suspenso psicológico en el Perú y que eso podría ser una novedad.

¿Cuál es su cronograma de trabajo a continuación?
El siguiente paso es editar un primer corte de la película (cosa que comenzamos a hacer mientras rodábamos) y presentarnos a concursos de postproducción para conseguir fondos. El estreno de la película dependerá de cuándo consigamos los fondos.

¿Con qué equipo trabajaron?
Trabajamos con un grupo de personas reducido pero de primera. Utilizamos la Red One, unas cuantas luces y un dolly. Pudimos acceder a una grúa por un día. Pero el equipo humano era tan bueno que le sacamos provecho a lo poco que teníamos.

¿En qué otros proyectos has estado involucrado en estos últimos años?
La preproducción de “Vientre” comenzó en enero de este año. El año pasado la pasé escribiendo un libro de cuentos que ya casi termino. Antes de eso, la pasé puliendo el guión con Gonzalo y aplicando a fondos, entre ellos Ibermedia del 2010, gracias al cual se pudo hacer la película.

Una última curiosidad: «El acuarelista» la presentabas como Daniel Ró. ¿Mantendrás esa firma ahora?
Me puse ese seudónimo para que no nos confundieran a mi hijo y a mí, pues nos llamamos igual y él también se dedica al cine. Por ejemplo, el 2011 él ganó uno de los premios del Concurso de cortos del Dicine con «Recetas para una relación saludable», y yo recibí varios correos de felicitación…
Pero no me siento cómodo con ese apelativo así que ahora utilizaré mi nombre y apellidos completos, Daniel Rodríguez Risco. Mi hijo, por su lado, utilizará también su segundo nombre, Daniel Martín Rodríguez.

Datos: Mayella Lloclla protagonizó el año pasado Reshinn. Manuel Gold tiene un rol principal en Rocanrol 68, aun por estrenar.

Yapa: Vean más fotos del rodaje en este album en Facebook.

Vientre

Ficha artística
Mercedes – Mayella Lloclla
Silvia – Vanessa Saba
Jaime – Manuel Gold
Miguel – Gianfranco Brero
Policía – Cristhian Esquivel

Ficha técnica
Director: Daniel Rodríguez Risco
Guión: Daniel Rodríguez Risco / Gonzalo Rodríguez Risco
Director de Producción: Marco Moscoso
Director de Fotografía: Julián Estrada
Director de Arte: Guillermo Isa
Sonidista: Rafael Cabrera
Diseño de Maquillaje: Laura Quijandría
Diseño de Vestuario: Pepe Guevara
Asistente de Dirección: Koko Prado.
Editor: Daniel Martín Rodríguez