[Crítica] «Enemigo invisible», con Helen Mirren y Alan Rickman


Enemigo Invisible es un thriller elegante, el tipo de película que lamentablemente Hollywood produce cada vez con menos frecuencia. Presentándonos temas de moralidad y culpabilidad, y desarrollando escenas de tensión casi insufrible de manera experta, el director Gavin Hood (X-Men Orígenes: Wolverine y El juego de Ender) logra mantener al público al borde de su asiento, sin tener que recurrir a escenas de acción gratuitas, explosiones o una trama simplificada.

Helen Mirren interpreta a la Coronel Katherine Powell, quien se involucra en una situación aparentemente poco compleja. Un grupo de terroristas (muchos de los cuales están en las listas de los más buscados de muchos países) se ha refugiado en una pequeña casa en una aldea en Kenia. Tres grandes gobiernos se encuentran monitoreando esta situación: el Reino Unido, Estados Unidos y Kenia. Powell, en Inglaterra, recibe órdenes del General Frank Benson (el gran Alan Rickman, en su último papel cinematográfico) para tratar de interceptar a estos terroristas y capturarlos. Por otra parte, los pilotos de drone, Steve Watts (Aaron Paul) y Carrie Gershon (Phoebe Fox), en los EE.UU., vigilan la casa desde el aire.

La situación se agrava cuando unas cámaras secretas colocadas por los keniatas descubren que los terroristas están preparando un atentado suicida con bombas. Powell decide que los drones deberían atacar la casa y acabar con ellos, pero una decisión de ese tipo requiere de la aprobación de diferentes líderes de los tres gobiernos. Adicionalmente, el ataque se complica cuando una niña aparece en el radio de explosión. Si ella muere, ¿quién gana la guerra de propaganda, los terroristas o los gobiernos del oeste? ¿Vale la pena sacrificar la vida de una niña inocente para realizar un ataque de ese tipo? ¿Y qué pasa si es que los videos de la explosión se filtran en la Internet?

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La película logra desarrollar una tensión casi inaguantable no porque se dedique a presentarnos escenas forzadas con obstáculos poco creíbles, o porque Hood tenga algún tipo de obsesión con las escenas de acción exageradas. «Enemigo Invisible» nos presenta una decisión extremadamente difícil, con poco tiempo para que Powell y Benson puedan tomarla, y con la vida de una niña inocente en medio de todo. La escenas en las que presenciamos a nuestros personajes esperando a que les den permiso para actuar, y la cadena de comando andando muy lentamente, funcionan a la perfección porque sabemos que si Powell y Benson no actúan, algo terrible va a suceder… pero también sabemos que si cumplen su cometido, las consecuencias del bombardeo pueden ser igualmente desastrosas.

Por otro lado, también están Steve Watts y Carrie Gershon. Son dos pilotos de drone que jamás han asesinado a una persona, y que nunca han tenido que tomar una decisión tan difícil como las que les presenta Powell. La inexperiencia y el nerviosismo de estos personajes hace que sea muy fácil identificarnos con ellos —las consecuencias psicológicas de participar en un evento como este son presentadas de manera aterradoramente realista (no sorprende que muchos de estos soldados, en la vida real, terminen con estrés postraumático). Puede que manejar un drone se parezca a jugar un videojuego, pero tanto Watts como Gershon saben que sus acciones pueden resultar en muertes reales. Sin entrar a detalles, cabe mencionar que la última escena del filme transmite de manera muy efectiva lo que debe sentirse tener la vida de estos dos personajes.

«Enemigo Invisible» no es compleja porque nos presente a un grupo de personajes que se muevan entre el bien y el mal. Está claro desde un comienzo quiénes son los «héroes» (los tres gobiernos mencionados líneas arriba) y quienes los «villanos» (los terroristas). «Enemigo Invisible» es compleja porque mete a sus personajes en una situación que parece ser imposible de resolver —cualquier decisión que tomen podría resultar en la muerte de gente inocente. Mucho dicen los personajes sobre el daño colateral, quiénes morirían en el ataque (una niña, su familia, la gente que pasa por la calle o los que viven en las casas alrededor) pero también quiénes morirían si es que no detienen a los terroristas.

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A pesar de su aparente frialdad (actitud que es refutada por Benson en una de las últimas escenas del filme), no es difícil empatizar con Benson y Powell porque ninguna de las decisiones que tienen que tomar son buenas o malas, necesariamente, tanto ellos como quienes se le oponen tienen muy buenos argumentos. El filme desarrolla tensión porque presenta sus conflictos de manera muy clara: primero se trata de capturar a los terroristas, luego de asesinarlos (o evitar que maten a más gente), y finalmente de salvar la vida de la niña que se encuentra vendiendo pan cerca a la casa.

Las actuaciones son excelentes. Helen Mirren es creíble como Powell, una coronel fuerte y muy experimentada que es capaz de hacer de todo por cumplir su misión. El fallecido Alan Rickman le otorga autoridad y una palpable sensación de poder a Benson —su manera de hablar y la intensidad de su interpretación le permite a uno sentir que se encuentra dentro del conflicto, a pesar de que no lo está manejando tan directamente como Powell. Aaron Paul continúa probando que es un actor con mucho rango (comparen su emotivo papel acá, con sus roles en «Breaking Bad» o «Need for Speed») y Phoebe Fox es efectiva como su contraparte. Barkhad Abdi (quien felizmente no está siendo encasillado luego de ser nominado al Óscar por su actuación en Capitán Phillips) e Iain Glen (Juego de Tronos) tienen roles importantes.

«Enemigo Invisible» es una cinta que logra atrapar a su público a pesar de carecer tiroteos o escenas de persecución —desarrolla tensión de manera natural a través de la situación en la que se ven involucrados sus personajes, y nos presenta cuestiones sobre moralidad y consecuencias psicológicas sin llegar a sermonear. De hecho, el filme funciona porque es relativamente objetivo, jamás da la impresión de estar juzgando a Powell o a Benson. Si disfrutan de thrillers inteligentes, bien construidos, impecablemente actuados y que no caen en clichés hollywoodenses, harían bien en ver «Enemigo invisible».

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3 respuestas

  1. […] Enemigo Invisible: un thriller/drama político lleno de grandes secuencias de suspenso, relevante y bien actuado. […]

  2. Avatar de Mirta Guelman de Javkin

    El film “Enemigo invisible” y el dilema moral del tranvía, como lo denomina Gazzaniga.
    El director Gavin Hood compone un film que denominó “El ojo en el cielo” y recuerda el “dilema del tranvía o tren”, pensado por filósofos e investigado por neurocientíficos de distintos países.
    Desde las primeras escenas, se ilustran las leyes de Kenia donde está prohibido educar a las mujeres y cabezas o manos con muñecas. Un padre las desmiente y a escondidas enseña matemática a su hija. También a jugar con un “ula ula” que provoca placer al mover su pequeño cuerpo.
    Mientras tanto, lejos de ellos, con tecnologías avanzadas, los vigilan, “miran” y deciden si continuarán viviendo…
    La neurociencia investiga las respuestas del cerebro y uno de los recursos a los que apelaron fue el relato de dos dilemas éticos- morales a 200.000 personas de distintas geografías.
    El primero plantea: cinco personas se encuentran trabajando en una vía y corren el riesgo de ser atropellados por un vagón cargado de pasajeros. Alguien que viaja en él, tiene la posibilidad de apretar un botón, que lo desviaría a una vía donde solo hay una persona. La gran mayoría (89%) de los que participan opinando, no dudan que debería tomar la decisión de matar a uno para salvar a cinco.
    Sin embargo, después cambian el planteo: una persona se encuentra en un puente que cruza esas mismas vías y al observar el riesgo de que el vagón atropelle a los cinco trabajadores, imagina que si arrojara a la vía a un desconocido que en ese momento tiene a su lado, los salvaría.
    Cuando vuelven a preguntar a los participantes si eso es correcto, el mismo porcentaje del 89% responde que no, que es inmoral la decisión, a pesar que el número no varía.
    Los neurocientíficos refieren que en el primer caso se utilizan áreas cerebrales vinculadas al razonamiento abstracto, en cambio en el segundo caso participa la emoción y los vínculos sociales.
    La excelente interpretación de Helen Mirren, Alan Rickman Aaron Paul y Phoebe Fox, Barkhad Abdi envuelve al espectador en el mismo conflicto dilemático que el film plantea. La niña de las primeras escenas, es visibilizada gracias a la tecnología, por quienes comandan los drones atacantes y las imágenes de ella jugando o vendiendo pan despiertan el sistema emocional de sus cerebros… Ya no pueden responder al mandato de ejecutarla para evitar la muerte de cientos de personas. El film tensiona hasta el final y convoca a repensar nuestras guerras presenciales o distales…
    Mirta Guelman de Javkin
    mirtaguelman@hotmail.com

  3. Avatar de arnold
    arnold

    Esta película se sale del contexto de lo que es la lucha contra el terrorismo por todo el cruce de llamadas que tienen que hacer. E involucran gente que nada tiene qu ver vs la lucha del terrorismo en cualquier país. Para explicarme sencillamente. En la película. Sobra la fiscal. Y el sevretario de relaciones ext. La guerra tiene otras reglas. Y no requiere de esas figuras

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