[Crítica] «La Mujer Maravilla»: DC Comics por fin se hace una


Luego de la espectacular pero fallida «Hombre de Acero», la enredada y decepcionante «Batman vs Superman”, y la insufrible «Escuadrón Suicida”, DC Comics por fin ha logrado desarrollar una película que balancea muy bien el contenido emocional con lo espectacular, lo humano con lo violento, y el desarrollo de sus personajes principales con una trama creíble. «Mujer Maravilla» es la primera película completamente satisfactoria del Universo Extendido de DC; la primera entrega de la franquicia que no parece un acelerado videojuego (al menos hasta sus últimos veinte minutos de la película).

A diferencia de los filmes de Zack Snyder, «Mujer Maravilla» se atreve a tener algo de color, algo de humor y algo de ligereza entre la violencia y la tragedia. Evidentemente no estamos hablando de una comedia, pero lo bello está en los detalles, cosa que las entregas anteriores de este universo lamentablemente no tenían: un tono que no causa que el público quiera cortarse las venas («Batman v Superman» era demasiado sombrío), una colorización que le otorga algo de vida a la historia (las cintas de Snyder casi parecen estar en blanco y negro), y personajes que le permiten a la audiencia reaccionar de manera emotiva. Ni el Batman de Affleck ni el Superman de Cavill me causó la misma reacción emocional que los personajes de Gal Gadot y Chris Pine en «Mujer Maravilla».

En términos generales, «Wonder Woman» es una historia que cuenta los orígenes del personaje. A pesar de ya haberla visto en «Batman v Superman», el filme regresa en el tiempo, para presentarnos la niñez, adolescencia, y finalmente, la madurez de Diana Prince durante la Primera Guerra Mundial. Se trata de una interpretación verosímil de esta historia que sin embargo no abandona los elementos más fantásticos que se han podido ver en los cómics de DC. Puede que esto no le guste a algunos de los fanáticos más acérrimos de la franquicia, pero «Mujer Maravilla» está más cerca en tono y en estilo a una producción de Marvel que a cualquiera de los filmes previos de DC. Y en este caso, no es algo malo.

Diana (Gal Gadot) es la hija del dios Zeus y la reina de las Amazonas, Hipólita (Connie Nielsen). Vive en la pacífica y aislada isla de Themyscira, la cual está poblada exclusivamente por mujeres. Su tía, Antiope (Robin Wright), general del ejército de las Amazonas, la entrena día y noche para prepararla para el regreso de Ares, el dios de la guerra.

La vida de Diana cambia, sin embargo, cuando el avión de Steve Trevor (Chris Pine) cae en el mar cerca a la isla. Nuestra heroína lo salva, y luego de una feroz batalla entre el ejército de Antiope y soldados alemanes que perseguían a Steve, se entera que el mundo está en medio de la Gran Guerra. Convencida de que Ares está detrás de este conflicto bélico, decide ir con Steve a Londres, en donde recibirán el apoyo de Sir Patrick Morgan (David Thewlis) para infiltrarse en territorio alemán y detener los planes General Erich Ludendorff (Danny Huston).

Se nota que «Mujer Maravilla» es una película dirigida bajo una nueva mirada, por una cineasta (Patty Jenkins) que nunca antes había probado trabajado en el mundo de los superhéroe. Se ha comentado que existirían similitudes entre este filme y «Capitán América: El Primer Vengador», de Marvel, pero creo que aparte de los contextos similares (un filme se desarrolla durante la Primera Guerra Mundial, el otro durante la Segunda), no hay mucho más qué comparar. «Mujer Maravilla» hace lo suyo propio, entregándonos imágenes que no había visto anteriormente en el cine de superhéroes.

Me refiero a secuencias como el ataque de gas mostaza en una pequeña aldea de Bélgica, un momento verdaderamente emotivo, considerando especialmente las escenas que poco antes se habían desarrollado ahí. O también la incursión de la Mujer Maravilla en la Tierra de Nadie, donde vemos los verdaderos horrores de la guerra, y la forma en que nuestra heroína decide tratar de enfrentarlos. Se me erizó la piel cuando la vi saliendo de las trincheras, espada en mano y escudo al frente, lista para pelear contra el enemigo.

Se podría argumentar que la película no trabaja muy bien a los personajes del bando nazi, presentándolos como monstruos unidimensionales. Y hasta cierto punto, esta crítica es válida; el villano de Danny Huston es caricaturesco y está poco desarrollado, al igual que la científica de Elena Anaya. Pero por otro lado, gracias a una escena durante el tercer acto, no es difícil darse cuenta de cuál es el mensaje (o la posición) central de la cinta: todo ser humano es capaz tanto del bien como el mal; cualquiera puede ser un monstruo. Lo importante está en lo que uno cree, en lo que uno decide hacer a pesar de las influencias externas. El momento en el que Diana se da cuenta de esto, es uno de los más poderosos de la cinta.

Gal Gadot no será la mejor actriz del momento, pero su carencias para el drama se compensan sobremanera con su presencia en pantalla. Diana Prince es fuerte, aguerrida, y realmente luce como una guerrera ágil y poderosa. Al igual que un Schwarzenegger en su mejor momento, posee una habilidad actoral limitada, pero tiene una presencia tan poderosa en pantalla, y es tan convincente como este personaje en particular, que a la hora de la hora, aquello no importa. Además, logra transmitir los defectos de nuestra heroína: su exagerada inocencia, su simplista visión del mundo, su terquedad. Puede que, físicamente, la Mujer Maravilla pueda enfrentarse a casi cualquier enemigo que se le ponga en frente, pero sus verdaderas batallas, las más difíciles, ocurren en su interior.

El Steve Trevor de Chris Pine es la perfecta contraparte para Diana; el también Capitán Kirk de la nueva «Star Trek» le inyecta todo el carisma y talento que tiene a su personaje. En entrevistas, Pine confesó haber sido influenciado por aventureros como Indiana Jones para interpretar a Trevor; además logra una buena química con Gadot desde la primera vez que mantienen una conversación (especialmente aquella en la que él se ve forzado a estar completamente desnudo frente a ella). Danny Huston y Elena Anaya son intimidantes como los villanos, el gran David Thewlis resalta como Morgan, Connie Nielsen y Robin Wright le otorgan clase a las primeras escenas del filme, y el trío de Saïd Taghmaoui, Ewen Bremmer y Eugene Brave Rock es muy divertido.

A pesar que «Mujer Maravilla» parece en líneas generales una película de superhéroes diferente, es claro que sobre el final esta desciende algo al caos visual y de violencia exagerada con efectos digitales que los fanáticos de DC han estado tratando de defender ya por un buen tiempo. No es tan excesivo como la destrucción de Metrópolis en «Hombre de Acero» o la batalla final de «Batman v Superman», pero definitivamente contrasta con el resto de la película. Esta sensación se acentúa más al contar con unos efectos especiales muy poco convincentes, especialmente considerando la ambición del proyecto; hay varias tomas hechas con chroma que dejan mucho que desear.

La banda sonora de Rupert Gregson-Williams no llama demasiado la atención; funciona en el contexto de la historia, pero dudo que muchos fanáticos vayan a salir del cine corriendo a bajarse el álbum de iTunes. Sin embargo, el tema principal de la Mujer Maravilla con el que todos saltamos en «Batman v Superman» (compuesto por Hans Zimmer) está de vuelta, y es integrado con naturalidad por Gregson-Williams en los momentos más intensos y heroicos del filme.

«Mujer Maravilla» es una genial película de acción, aventura y drama ligero, la cual me recordó en tono a filmes como el «Superman» de Christopher Reeve. Puede que, visualmente, sea más compleja, pero se acerca a temas complicados de una manera similarmente inocente, sin tomarse demasiado en serio a sí misma, pero tampoco convirtiendo a la historia en una comedia caricaturesca. «Mujer Maravilla» termina siendo así el estándar con el que las siguientes producciones del Universo Extendido de DC van a ser juzgadas; solo espero que «La Liga de la Justicia» no decepcione. La valla ha subido considerablemente desde los días de «Escuadrón Suicida».

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Una respuesta

  1. […] de desarrollar una universo cinematográfico a la apurada no era la respuesta. Cintas como “Mujer Maravilla” (inspiradora y épica), “Shazam” (ligera y divertida), “Guasón” (ganadora de una […]

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