Cinencuentro estuvo la noche del miércoles 9 en la función de El acorazado Potemkin. Y valgan verdades que fue un acierto del festival proyectar en una sala de las dimensiones del Antiguo Cine Metro de Lima a este coloso de la cinematografía mundial. La renovada copia que vimos de la obra maestra de Serguei Eisenstein contiene -según el boletín que repartieron al ingreso de la función- 1372 planos, es decir 15 más que la versión sonorizada de 1976. Aunque fue prácticamente imposible contarlos todos para verificar la información, cabe destacar la impecable proyección de esta joya en una copia restaurada y con subtítulos electrónicos. El detalle de la bandera roja fue todo un descubrimiento de esta versión, pues originalmente su director la coloreó así en cada escena en que aparecía ondeando en lo alto del mástil del acorazado.
Asimismo, pocas películas en la historia han asociado con tanto acierto al hombre y la máquina. Marineros, multitudes y ejércitos se funden, gracias a los principios del montaje eisensteniano, con cañones, poleas, motores, palancas y fusiles, trasmitiendo ritmo y movimiento. Esta peculiaridad quizás permita que sus imágenes puedan ser acompañadas con sonidos de sintetizadores y sesiones de música electrónica. Esa fue la impresión que dio la performance del DJ chileno Bitman quien se encargó, a su manera, de musicalizar la proyección. Aunque preferimos el score original de música clásica, Bitman ofreció a lo largo de la función diversas sesiones y repitió otras. Particularmente destaca una por su dramatismo cuando la madre con su hijo muerto en brazos enfrenta a la soldadesca en la célebre secuencia de la masacre en las escaleras de Odesa.
En setiembre de 2004, la partitura se estrenó en directo en la londinense Trafalgar Square, ante veinticinco mil personas junto con la proyección de la película, despertando buenos comentarios en el público y la crítica. La versión en CD ya se encuentra disponible (aquí un blogger la revisa), y hace unos días los “chicos de la tienda de mascotas” estuvieron por Segovia (España) presentándola en vivo (aquí las impresiones de un blogger segoviano). Desde Cinencuentro sugerimos que algún cineclub se anime a programar una función con el acompañamiento musical de ese disco.
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mirar peliculas mundanas aleja la mente de pensar en Dios y nos lleva a pensar en cosas mundanas que al final de cuentas nos llevan al infierno .busquen a Cristo.