Pudor (2007)


Dir. David Ulloa y Tristán Ulloa | 120 min. | España

Guión: Tristán Ulloa, basado en la novela de Santiago Roncagliolo

Intérpretes:
Celso Bugallo (Abuelo), Joaquín Climent (Juan Luis), Héctor Colomé (Sr. Braun), Nuria González (Pilar), Lorena Mateo (Carolina), Elvira Mínguez (Julia), Nancho Novo (Alfredo), Natalia Rodríguez (Marisa), Carolina Román (Gloria), Marcos Ruiz (Sergio)

Estrenada durante el X Festival de Cine de Málaga, Pudor, de los hermanos David y Tristán Ulloa tiene un atractivo especial para el público peruano: es la adaptación para la pantalla grande de la novela del joven escriba Santiago Roncagliolo. Nuestra corresponsal en España, Blanca Vázquez, asistió al festival y pudo ver la esperada cinta.

Con una sencillez aplastante, pero efectista, como pidiendo permiso para entrar en sus personajes con la cámara, los hermanos David Ulloa y Tristán Ulloa han realizado una estupenda película que baja derecha al estómago, a modo de pastilla efervescente cuyos gránulos, desde que comienza la sesión y hasta que finaliza, van ascendiendo poco a poco hacia el cerebro, dejándonos sin escape.

Otra muestra más de lo que da de sí una buena elección de actores, algo que deberían de tener muy en cuenta otros cineastas españoles para aupar en el podium al cine español, necesitado de echar más mano de los buenos talentos y menos de promesas de humo con domingas turgentes. Actores que vuelcan sus vivencias, su energía y su grandioso carisma moldeado con la experiencia para recrear una historia adaptada (que desde el lado de la literatura entusiasmó a David y Tristán) de la novela, del mismo título, del peruano Santiago Roncagliolo.

Elvira Mínguez (ganadora del premio Biznaga a la mejor actriz hace unas semanas en el X Festival de Cine de Málaga), Nancho Novo (nos rindió a sus pies por su triple salto mortal como actor en 3 películas de la sección oficial del mismo festival ), o Celso Bugallo (real, verdadero), y unos niños riquiños y auténticos en su lugar dentro de la difícil familia, todos absolutamente creíbles en sus personajes y que forman una familia territorio donde cada uno vive su mundo imaginado, sin mediar comunicación con el resto, eso sí con el respeto debido, pero al fin y al cabo grupo familiar diluido en una atroz soledad, que lleva a más de una malinterpretación.

Secretos, todos están llenos de ellos, y los guardan con celo, con privacidad guardada bajo mil llaves. Como desconocidos que comparten una casa, no una vida, así se muestran. Viven en una atmósfera, que sin ser violenta, es neutra, y está atascada. Y el caso es que ganas no faltan por querer, pero sí decisióón. Y el abuelo (un tierno Celso Bugallo) la que toma y se lanza a la combustión de los sentimientos, demostrando que nunca es tarde.

Bien narrada, alejada de toques costumbristas, Pudor constituye una muestra de cine urbano, una historia de nuestro vivir, donde muchos espectadores se verán reflejados, y donde valientemente el actor que se estrena como director Tristán Ulloa y su hermano David como realizador, han plasmado la materia de la que está formada la vida: sexo, muerte, vejez, decepciones, y han hecho un juego con la acepción de los dos significados de pudor: la honestidad, el recato por un lado y por otro el mal olor, la podredumbre. El olor, sutil utilización en la película como metáfora.

Con unas actuaciones contenidas, los personajes expresan todos los caminos de esa neutralidad, gritan una necesidad de comunicación, que al final siempre se queda al borde. No es una película dura, es clara en su realismo, es un paseo por la vida de una familia de hoy, por una determinada y habitual crisis familiar, sin pretender dar lecciones, ni dogmas de fe, como no sea la de intentar salir adelante como bien se pueda. La película habla de mirar más detenidamente lo que tenemos al lado, y lo hace con un lenguaje cinematográfico muy correcto, aunque a veces peque de pasar muy deprisa por ciertos detalles que se nos escapan, como ese repentino encuentro del abuelo con un amor lejano, sin habernos chivado un solo antecedente.

El escenario escogido ha sido una ciudad de provincias como Gijón, donde se desarrolla esta historia reconocible con un cierto toque mágico que no le desequilibra en ningún momento a la historia. Calidad, algo de lo que necesita el cine español, aportada por los hermanos Ulloa con su primer largometraje, y cuyo hilo narrativo fluye con coherencia y elegancia.

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4 respuestas

  1. […] Otro dato: “Pudor”, premiada novela del peruano, se convirtió en una película española el 2007, esta fue la crítica que escribió Blanca Vásquez. […]

  2. […] a Abimael Guzmán. Recordemos además que otro libro de Roncagliolo ya fue llevado al cine, Pudor, dirigida por los hermanos David y Tristán […]

  3. […] p.m. Pudor, de David y Tristán Ulloa, que inaugura la Sección dedicada a la Semana de la Crítica de Cannes, […]

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