Esta semana con una cartelera llena de caninos (Perro bombero, Doogal, Supercan) la cinta más interesante es Secretos íntimos de Todd Field, donde los protagonistas le hacen una perrada a sus parejas, pero que sean los críticos los que nos ilustren al respecto. Esto fue lo que se escribió en las distintas publicaciones durante la semana:

A Enrique Silva de Correo le parece rescatable en varios puntos:

Lo más interesante de su propuesta es la manera es que ilustra la conducta de estos personajes, sujeta a sus impulsos más inmediatos, como adultos que parecen niños o, mejor aún, adultos que no han alcanzado sus metas y permanecen en un cierto estado de inmadurez. De ahí el sentido del título en inglés de la película, Little children (niños pequeños). Al final la crónica de Field no es todo lo áspera o maliciosa que uno pudiera esperar y concluye como una suerte de fábula existencial con redenciones de última hora.

Raúl Lizarzaburu de Expreso reflexiona sobre la cinta y la cartelera.

Como en “In the bedroom”, Field demuestra virtudes para dirigir actores y construir personajes: en este caso todos hacen su parte, y cuentan hasta detalles como el de los chicos practicando skateboard o el azul de las uñas de los pies de Sarah. (…) “Secretos íntimos” es bienvenida a nuestra pobre cartelera comercial (con la que ciertos críticos, increíblemente, se muestran contentos) y demuestra que hay otro cine americano.

En La República, Fedérico de Cárdenas tiene más reparos y hace un balance más mesurado:

Si bien Field mantiene sus virtudes en la dirección de actores y presentación del ambiente en que vive un trío de personajes que tiene en común una soledad algo patética. Este desborde y la voz literaria (puesto que no responde a ningún personaje) que narra en off de modo algo invasor los hechos son los principales reparos que hacemos a una cinta, pese a todo, de gran interés y que logra instalar un tono áspero y personal en sus mejores momentos.

En El Comercio, Servat se manda un largo texto sobre la cinta y rescata otros aspectos:

En cualquier caso, el gran acierto de «Secretos íntimos» lo ofrece el personaje más oscuro del grupo: Ronnie McGorvey. Su presencia en la película es realmente inquietante. Basta recordar la escena en la piscina para confirmarlo. A través de tan oscura personalidad, Field nos introduce de lleno en un problema al que la sociedad debe darle solución. (…) Allí está el gran acierto del filme, en ese discurso contundente sobre una sociedad aparentemente funcional pero que es incapaz de corregir sus debilidades.

Por último, Ricardo Bedoya, en El Dominical, escribe sobre Campos de Esperanzas que ya salió de cartelera:

Campos de esperanza (el título más equívoco y engañoso para un original simple y directo: Sin destino) evita el sensacionalismo y la manipulación, pero que por ratos cae en el vicio del patetismo, sobre todo a causa de la música melosa y enfática del italiano Ennio Morricone (un maestro indiscutible, pero demasiado consciente de sus efectos, que ya no está en su mejor forma), al que Koltai no sabe controlar o dosificar.

Andrés Cotler en Somos complemente la apreciación anterior con su intervención:

La propuesta de Campos de esperanza es cuestionadora y cuestionable en muchos sentidos; toma como único punto de vista el de los presos en Auschwitz y Buchenwald en sus discordias e intentos de sobrevivencia. […] Sin embargo, la película transita desde un relato testimonial y escindido a uno que cae en efectos esteticistas y abstractos, que le hacen aminorar la autenticidad y el abismo de la experiencia límite. Hay un énfasis en ilustrar y verbalizar lo que la acción y sus personajes deben revelar.