El éxito le llegaría en 1962 con Gritos en la noche, película de horror con la cual la producción hispana se plegó a la moda del terror en Europa, influida por el cine de Roger Corman. Como aquel emblemático artesano, Franco se convirtió en todo un obrero del cine de género y a éste se entregó en diversas producciones internacionales en las que tuvo bajo su mando a intérpretes como Christopher Lee o Klaus Kinski. Incluso como técnico llegó a trabajar nada menos que con Orson Welles en Campanadas a medianoche y su inacabada versión de Don Quijote. A casi doscientos títulos se acerca su carrera, todavía en actividad y en la cual hubo de lo bueno, lo malo y lo feo. Ojalá sea pretexto para revalorar varios de sus trabajos.
(Vía Blog de cine)
Esta entrada fue modificada por última vez en 19 de noviembre de 2008 22:48
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