The Lost Art of Inglorious Basterds

Inglourious Basterds

Quentin Tarantino da beneficencia por medio del arte, no se mete la mano al bolsillo ni abre la chequera sino brinda su imagen, sus películas, para motivar más creación: la interpretación gráfica de su último filme Bastardos sin gloria por cuenta de varios diseñadores y artistas.

Pero, ¿qué relaciona esto con la beneficencia? Pues que la agencia de marketing SA Studios Global en colaboración con el cineasta y la productora The Weinstein Company auspiciaron una «recaudación artística» en pos de ayudar a las víctimas del terremoto de Haití.

The Lost Art of Inglorious Basterds fue la exposición de una colección de carteles en la galería Upper Playground del centro de Los Angeles en la que participaron 11 artistas para plasmar su propia visión de la película en cuestión.

De los ejemplares expuestos sólo se hicieron seis copias de cada uno para su venta a 300 dólares, todas numeradas y firmadas por Quentin. El pasado 18 de febrero se expusieron y vendieron. El dinero ya debe estar en Haití, los compradores felices y los artistas con algo más de fama.

Aprecien, cliqueen, véanlos más grande, imprímanlos y falsifiquen la firma de Tarantino.

Alex Pardee y su estilo comic en su afiche.

David Choe con un estilo impresionista muy pop.

Dora Drimalas, de un sólo salpicón de muerte.

Nada grotesco el de Grotesk. Muy soso el Hitler como blanco.

El cartel «a lo Cedro» de Estevan Oriol

Amante de los animales y de la sangre: Jeremy Fish

El más lóbrego del grupo: N8 Van Dyke

Un terminator con kepí el de Rene Almanza

Morning Breath al estilo Family Values Tour.

Patrick Martinez odia los saludos. Mi favorito.

Munk One inmediatamente me recuerda una marca deportiva.


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