[Crítica] BAFICI 2015: «Goodnight Mommy», de Severin Fiala y Veronika Franz


Goodnight Mommy es la que considero una de las sorpresas más gratas del BAFICI 2015. Esta perturbadora cinta austríaca, de toques de thriller psicológico, reúne drama familiar, pánico, conflictos de identidad, con pinceladas de tortura. Narra la historia de una madre soltera (Susanne Wuest) que trabaja como presentadora de programas de televisión local. Un día regresa a su hogar con el rostro envuelto en un mar de vendas, puesto que acaba de someterse a una renovadora operación de cirugía estética.

Goodnight Mommy

Sus hijos gemelos Elías y Lukas (nombre auténtico de la pareja de actores, que a pesar de su juventud encarnan fantásticas interpretaciones), ansiosos por el cariño habitual de su progenitora, desconfían de la irritabilidad y el cambio de personalidad de esa mujer con el rostro vendado a la que no reconocen como madre. Obsesionados en exceso con los insectos (que guardan en frascos o queman con lupas), y atrapados por la claustrofobia de su lujosa vivienda desierta, los niños comienzan a espiar a su mamá, de la que prácticamente sólo podemos ver ojos y boca al estar envuelta en su espeluznante máscara vendada. Y esto es el principio de una acusada ambivalencia planteada al espectador, pues mientras la figura femenina intenta demostrar su cuestionada identidad entre arrebatos de ira, los niños refuerzan sus dudas derivando el juego inicial en sanguinarias consecuencias.

Goodnight Mommy nos introduce desde su inicio en los terrenos de las torturas más atroces hacia la progenitora. Se cuestiona que tan buena madre puedes ser, lo cotidiano se convierte en un aquelarre de somatización, las torturas más atroces hacia el ser que te dio la vida se van incrementando progresivamente, y con ellas la crueldad y el ensañamiento más macabro.

Técnicamente Goodnight Mommy es minimalista, con una fotografía de tonos oscuros y planos muy originales de parte de Martin Gschlacht (quien obtuvo el premio a Mejor Fotografía entregado por la Asociación de Argentina de Autores de Fotografía Cinematográfica). Además recursos como canciones alemanas de cuna construyen un universo narrativo con un ritmo muy original. Goodnight Mommy crea una gran ansiedad en el espectador, es aterradora en su planteamiento de la violencia emocional. Narra con originalidad la violencia repulsiva, del como disgregar el amor de una madre a sus hijos y viceversa. Se trata pues de un film bizarro e intrigante con un pigmento doloroso de labios, que llega a sucumbir al espectador y cavilar: ¿hasta dónde más pueden llegar los tiernos gemelos?


2 respuestas

  1. […] festivales en el transcurso del 2014 y 2015, cosechando numerosas críticas positivas (como en el BAFICI del año pasado). Al punto que que Austría la postuló al Oscar este 2016 como su candidata en la categoría de […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *