En el libro de la historia del rock peruano, sin duda alguna, Frágil ocupa una de las principales ubicaciones en la página central. Se trata de una banda esencial, mítica y referente de nuestra escena, próxima a cumplir 40 años de ininterrumpida trayectoria.

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Cuando me enteré del estreno de Avenida Larco, La Película -documental dirigido y producido por Antonio Rodríguez Romaní- sobre el origen e historia de la mencionada banda, sentí cierto temor. Esto debido a que me preocupaba que el documental no estuviera a la altura del grupo fundado por ‘Tavo’ Castillo, César Bustamante y Luis Valderrama. Felizmente, este temor queda rápidamente despejado.

Estamos ante un gran documental, muy bien construido, y técnicamente muy bien logrado. El sonido, la fotografía y el trabajo de edición son de primera. Las imágenes del concierto acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional, son sencillamente geniales. Se emplearon más de veinte cámaras para registrar este concierto. Estas logran captar y transmitir la energía y la magia de aquella noche.

A pesar de durar más de dos horas, el documental tiene muy buen ritmo y captura de principio a fin la atención de los espectadores, contando la historia de «Frágil» de boca de sus propios protagonistas. No sólo recurre a los más conocidos, también recoge los testimonios de otros miembros que tuvieron pasos efímeros por la banda. Relata etapas exitosas, peleas, excesos, viajes, encuentros y desencuentros. Lo que enriquece más estos relatos es escuchar distintas versiones sobre un mismo hecho en particular. Todos tienen voz en este documental. La película hace un repaso por las distintas formaciones de la banda y también nos muestra su evolución musical. Se sostiene en imágenes de archivo, eficientemente seleccionadas, las cuales nos permiten reconstruir el entorno económico, político y social de las épocas en que se desarrolla la historia.

Se dice que «Avenida Larco», el mayor éxito de la historia de Frágil, fue el primer videoclip de la historia del rock peruano. Ojalá este documental también sea el primero de muchos por venir de la misma calidad, pues ya se conoce la intención del director de replicar esta experiencia con otras bandas peruanas tales como La Sarita, Mar de Copas y Narcosis, entre otras.

El mayor logro de este documental es que cuenta de la mejor manera una rica historia, llena de matices, a la que le logra sacar el jugo. Captura la esencia del grupo y transmite eficientemente esa emoción y sangre propias del rock & roll. Este documental, al igual que Frágil, tiene punche. Si algo queda claro al salir de la sala es que estos tíos están felices haciendo lo que hacen y se encuentran más vigentes que nunca.