Hace 5 años, la impactante cinta canadiense «Incendies» (nominada al Oscar a mejor película extranjera) fue una revelación y puso en el mapa a su director Denis Villeneuve. Luego, su carrera siguió una trayectoria promisoria con títulos inquietantes como «La sospecha» («Prisoners») y «El hombre duplicado» («Enemy»).

Su más reciente cinta, Sicario, es la plena confirmación que Villeneuve es uno de los cineastas canadienses más importantes en lo que va de esta década, un autor al que vale la pena seguir los pasos.

Kate (Emily Blunt) es una idealista agente del FBI que es reclutada por Matt Graver (Josh Brolin), un oficial de la División de Actividades Especiales de la CIA, para integrar un equipo que combate el narcotráfico en la convulsionada frontera entre Estados Unidos y México. El socio de Matt es el enigmático consultor Alejandro (Benicio del Toro), quien utiliza métodos tan poco ortodoxos que Kate empieza a cuestionar la verdadera naturaleza de la misión en la que se ha visto involucrada.

Desde la tensa secuencia inicial, en la que Kate y su equipo descubren una casa repleta de cadáveres, queda claro que estamos ante un thriller estructurado a partir de fascinantes escenas de suspenso que nos mantienen en alerta ante una serie de peligros y hallazgos que destapan solo la superficie de problemas mucho más complejos de lo que aparentan.

Cada personaje tiene sus propias motivaciones, algunas explícitas y otras subterráneas, las cuales no siempre coinciden con las de la institución que representan. Esto queda evidenciado especialmente en el personaje de Alejandro, quien esconde un pasado que cuando es finalmente revelado, le da una nueva perspectiva a todas sus acciones.

Benicio del Toro logra la actuación más destacada del elenco, al construir un personaje que no necesita decir muchas palabras para imponer terror. Sus acciones, contundentes y precisas, van encausando la narrativa hacia un desenlace brutal, en el que se impone un nuevo orden en medio del caos. Por su parte, la británica Emily Bunt sale de su registro habitual y muestra una nueva faceta, de mayor intensidad dramática. Su personaje recuerda al de Jessica Chastain en Zero Dark Thirty, pues también interpreta a una mujer solitaria y vehemente que ha construido una dura caparazón para sobrevivir en un mundo de hombres impredecibles y violentos.

Entre los logros de la cinta, también destaca la impecable fotografía del maestro Roger Deakins, quien fiel a su estilo nos regala imágenes de gran belleza y expresividad, como aquel encuadre de las siluetas de hombres armados descendiendo silenciosamente hacia un túnel secreto en medio del desierto. Y la música del compositor islandés Jóhann Jóhannsson complementa a la perfección la atmósfera de suspenso creciente y tensión permanente.

Quizá el aspecto menos logrado es la inclusión de la línea argumental secundaria de un policía mexicano y su familia, a quienes la edición va presentando paulatinamente hasta que se integran a la historia principal, pero sin causar la suficiente conmoción para justificar su presencia.

«Sicario» es un thriller vibrante que pone al espectador en una frontera borrosa, en la que los conceptos de ética y corrupción se confunden en una tierra de nadie, ahí donde no se aplican las leyes ni hay soluciones sencillas para erradicar las múltiples raíces de un problema que se extiende a muchos territorios. En suma, es uno de los estrenos imprescindibles del año.