¡Y comenzó el Festival de Sundance! Estoy cubriéndolo por segunda vez de manera virtual, tratando de ver la mayor cantidad de películas que pueda desde casa en poco más de una semana.

La idea, al igual que el año pasado, es la siguiente: por cada día que atienda al festival, publicaré un artículo con mis comentarios de todas las películas que haya visto. Es decir, cada texto contará con breves críticas de las películas que haya visto ese día. 

El día de hoy, sábado 21, comenzaré con las críticas de dos películas muy diferentes: “L’immensità”, un drama familiar escrito y dirigido por Emanuele Crialese, y “The Pod Generation”, una sátira futurista escrita y dirigida por Sophie Barthes.

Sin mayor preámbulo, entonces, aquí van mis críticas de las dos primeras películas que logré ver en este Festival de Sundance 2023.

L’immensità (Italia – Francia, 2022)

Dirigida por Emanuele Crialese

Escrita por Emanuele Crialese, Francesca Manieri, y Vittorio Moroni

Protagonizada por Penélope Cruz

Comencé el Festival con “L’immensità”, una película cuyos aspectos más emotivos e interesantes intentaron compensar sus características más previsibles. Lo que tenemos acá es un drama familiar ambientado en la década del 70 y protagonizado por una excelente Penélope Cruz (actuando la mayor parte del tiempo en italiano), quien lamentablemente no puede terminar de ayudar a que la película acabe de cuajar. Hay muchos momentos potentes en “L’immensità”, pero también otros que podrían haber sido removidos sin mayores repercusiones.

Cruz interpreta a Clara, una inmigrante española viviendo en Roma, junto a su esposo, Felice (Vincenzo Amato) y sus tres hijos. De ellos, la más interesante es Adri (Luana Giuliani), quien ahora quiere ser considerada como hombre, llamándose a sí misma Andrea. El problema es que ninguno de sus padres parece entender su cambio de género —lo cual, evidentemente, es comprensible considerando la época y lugar en el que se lleva a cabo la historia. Es así que somos testigos de la relación entre Clara y sus hijos, así como de diferentes sucesos que se llevan a cabo dentro de la familia.

Sin lugar a dudas, la línea narrativa más interesante de “L’immensità” es la de Adri / Andrea. Cómo es que intenta comunicarse con su madre, cómo va cambiando la manera en que se percibe a sí mismo, y cómo incluso trata de una alguna suerte de relación romántica con una chica local de su edad. Es todo muy tierno y se siente real y relevante, lo cual desgraciadamente contrasta sobremanera con las demás historias. La relación —primero de indiferencia, luego abusiva— entre Clara y su esposo es telenovelesca, y su eventual retiro de la casa raya en el melodrama. Cruz está hipnotizante, como siempre, pero ni ella puede llegar a salvar una película que se hubiera beneficiado de una mayor concentración en la historia de madre y crío.

The Pod Generation (Reino Unido – Bélgica – Francia, 2023)

Dirigida y escrita por Sophie Barthes

Protagonizada por Emilia Clarke y Chiwetel Ejiofor

“The Pod Generation” maneja una premisa innegablemente intrigante: ¿qué pasaría, si en el futuro, existiese una empresa capaz de utilizar unos huevos artificiales gigantes para permitirle a una pareja tener hijos, sin que la mujer tenga que salir embarazada? Es una idea llena de potencial, que podría ser utilizada para desarrollar todo tipo de comentario sobre la naturaleza, el uso excesivo de la tecnología, las responsabilidades de los padres en relación a la crianza de un nuevo ser humano, y más.

Lamentablemente, “The Pod Generation” no hace mucho con esta premisa. Rachel (Emilia Clarke) y Alvy (Chiwetel Ejiofor) son una pareja relativamente joven con ganas de tener un bebé. El problema es que ella, que trabaja en una empresa dedicada a la tecnología, lo quiere hacer a través del método mencionado líneas arriba, mientras que él, un biólogo y profesor universitario, le gustaría que suceda de manera natural. Lo obstante, eventualmente Rachel logra convencer a su esposo de ir a dicha empresa, lo cual termina por cambiar su dinámica de pareja, y la manera en que ambos se relacionan a la tecnología y la naturaleza.

Tanto Clarke como Ejiofor están muy bien, interpretando a personajes con caracterizaciones muy opuestas, que gradualmente van intercambiando roles mientras se dedican al cuidado de su bebé -encerrado en un huevo o vaina (“pod”) artificial-. Y la construcción del mundo de “The Pod Generation” es muy detallada, mostrándonos una sociedad en donde el gobierno ya no financia la educación, los jóvenes no saben cómo luce ni para que sirve un árbol, y la gente depende demasiado de la tecnología. Pero es la narrativa lo que termina por decepcionar: la historia se torna muy previsible, y concluye de manera plana, alejándose de cualquier desarrollo narrativo intrigante. “The Pod Generation”, desgraciadamente, se queda a medias.