Cinencuentro

Entrevista a Eduardo Mendoza


1. Una película con tres cuartos, un grifo, un cerro y dos calles.

Eduardo MendozaCinencuentro: Para todos es una buena noticia la acogida que viene recibiendo Mañana te cuento ¿Cómo sientes la pegada?
Eduardo Mendoza: Bueno, no sé. Lo que pasa es que fue una película hecha con un presupuesto bien austero, en condiciones bien complicadas. Mucha gente cree que por haber estado con Inca Cine, de alguna manera te iba a dar mayor tranquilidad en el trabajo, pero Inca estaba pasando por un momento muy complicado, entonces la película se ha hecho con un nivel de presupuesto de película independiente latinoamericana, peruana ¿No? Una película con tres cuartos, un grifo, un cerro y dos calles. Ahora la película no me parece que… yo la verdad no imaginaba que iba a tener tanta pegada. El martes (2 de agosto) creo que batió el record de Pantaleón y las visitadoras, tuvo algo de 23,000 personas en un día, o sea me parece de locos, a las cuatro de la tarde estaban llenas todas las salas de Mañana te cuento en Lima, algo que nunca había pasado.
Ahora por otro lado, sinceramente es extraño ¿no? Si hacer una película ya es complicado, hacer la película y que sea un éxito es más difícil. Pero al mismo tiempo, ahora que se ha conseguido, de hecho me siento contento, pero en todo caso más por el hecho de sentir que quizás pueda hacer una segunda película. De repente si uno no ha logrado algo, siempre está fantaseando con lograr ciertas cosas, pero a veces cuando se logran ciertas cosas uno las pone en el lugar donde deben estar… o sea, bien por las personas que pusieron la plata pues ganarán mucha plata, bien por ellos. Espero que a la hora que quiera hacer una segunda película colaboren conmigo y yo tenga la oportunidad de hacer una película con más calma y sin la presión de que sea un hit.

¿Qué te lleva a hacer este primer largometraje?
Bueno por un lado yo sentía que por el lado de los cortometrajes estaba contento. Con 303 que tal vez sea el trabajo más pulcro y más cuidado. Un cortometraje pues como saben tiene poca exhibición, nosotros logramos pasar 303 en el Alcázar, que es algo rarísimo y verlo en una buena pantalla, con 500 personas. Pero en verdad un corto lo ven 10 personas ¿no? Creo que acá tuvo una presentación bastante decente, honorable, teníamos un buen cine, con invitaciones, con una buena función, buena proyección y le ha ido bien en festivales allá afuera. Pero eso es todo lo que puedes conseguir con un corto, un premio de la crítica en Sao Paulo, ahora está en algunos festivales en Europa.
Y en el terreno del mediometraje, con TQ 1992, que tiene un formato medio complicado, pues ni puedes mandarlo a festivales ni tienes difusión comercial, entonces te quedas un poco en el limbo. Con TQ tuvimos la suerte que la crítica la acogió bien y logró salir en la tele, así sea en canal 7 a las 11 de la noche, igual creo que tuvo 4 puntos de rating, que son 120,000 personas, pucha TQ costó 1,200 dólares y la han visto más que muchas películas. Entonces yo dije: hacer un corto con un estándar alto, para festivales, como 303, no puedo. Un corto en cine, bien hecho, con copia en 35mm. cuesta 8,000 o 12,000 dólares. No tengo. Y un mediometraje que podría hacerla en video digital, podría hacer algo como TQ 1992, pero de ahí que hago con él. Entonces decidí hacer un largo. Y ahí salen los problemas de siempre ¿Qué necesito para hacer un largo? Y de ahí, no sé, creo que depende de cada director… pero si realmente tu intención es hacer, es dedicarte a hacer películas y no sólo a hacer una por ahí y 15 años otra, o pensar que alguien te va a llamar, pues debes buscar la manera de lograrlo. Algunos tienen más posibilidades, su familia tiene más dinero y le pueden conseguir un aporte inicial con el cual comenzar una película más pequeña pero en la cual tienen el control total. Otros ganan premios, por ejemplo CONACINE y con eso pueden negociar las cosas.
En este caso no había CONACINE, yo chambeo escribiendo telenovelas, es un sueldo bajo. Yo no iba a tener 15 mil, 20 mil o 25 mil dólares que es lo mínimo para arrancar, a menos que me saque la tinka o el raspa y gana (risas) Entonces yo me iba a pasar el tiempo… y lo he visto en muchos patas que empiezan con mucha ilusión y terminan luego con esta especie de… no sé, como que se vuelven… adquieren una cosa de resentimiento, cierta rabia.
Dije no pues, tenía este guión El baile de los que sobran, que es muy complicado, ahí se me pasó la mano, es una cosa así enorme y es complicado. Entonces en Inca Cine me dijeron que si escribía una película muy accesible en términos de presupuesto, la podían producir antes de la próxima de Lombardi. Dije ya, ésta es la oportunidad que tengo, igual es enfrentarme a lo que es un rodaje de un largometraje y es la oportunidad de ganar oficio ¿no? Y tercero, se iba a hacer en las condiciones que me proponían, pero yo confiaba en que la película fuera bien, no me imaginé que iba a pasar esto, y pensaba que así para una segunda película yo pudiera decirles: “Ok mira, has ganado tanto, préstame tus luces o alquílamelas muy baratas” O ir donde un canje de ropa: “Oye yo hice esta película que llevó a los cines 200 mil o 300 mil personas” Si yo iba con TQ 1992 o 303, con una carta, pues no me iban a dar nada. Entonces yo sí creo que me podía ayudar y en ese sentido tomé el riesgo y dije lo voy a hacer bajo las condiciones dadas. Ahora no es una excusa ni una queja por las virtudes o defectos de la película, varios me imagino. Porque también es cierto que con ese presupuesto pequeñísimo se pudo haber hecho otra película, pero no de repente esta película que mete 100,000 personas en una semana. Por ejemplo, no sé si 25 Watts ha costado menos… no creo… porque también podría ser sobre tres chicos sentados en el parque conversando de la vida, o hacer una cosa tipo mi cortometraje Una sola vez más, un conflicto de pareja. Yo no sé si con ese argumento iba a lograr hacerla, entonces si tu tienes como objetivo la siguiente, como que no puedes saltarte el paso ¿no?

Eduardo MendozaTu tenías un guión terminado “El baile de los que sobran” y te viste en la necesidad de hacer una película desde cero. Cuéntanos un poco como fue eso.
Fue todo muy vertiginoso. Una vez que pasa lo de 303, en Inca me dicen: El baile de los que sobran es muy complicado, es enorme. Si tu traes un argumento accesible, vamos a hacerlo. Fuí a mi casa y en una semana les llevé tres argumentos. De esos tres, el productor Gustavo Sánchez escogió el que luego daría origen a Mañana te cuento. Era fines de junio y me dijo: “¿Para cuándo tienes el guión?”. Yo me había demorado siete meses escribiendo El baile de los que sobran, eran 3 historias, una estructura complicada. Entonces me dijo. “Bueno para antes de Fiestas Patrias lo tendrás” Y yo dije “Bueno, no creo…” (risas)
Y era un poco eso, siempre me la estaba jugando. En mi casa estaba un poco fregado, había mucha gente. Y justo la mamá de un pata se fue de viaje y él no para en su casa, entonces me dijo “Oye ven, si quieres vente acá” Me mudé para allá y escribí el guión en 21 días. Le entregué el guión, se lo presentó a sus socios, les gustó, y arrancó la película.
Durante la pre-producción, que tampoco era tan complicada, era encontrar esta casa, que se adecuara a la idea del guión. El productor de Inca mandó el guión al productor de Aldea Films, quienes hicieron la producción de Ojos que no ven. Les gustó el guión y ofrecieron la cámara y la post. Nos ayudó bastante, con eso ya teníamos la cámara digital y ya teníamos la post.
Bueno arranca el rodaje en octubre y… el guión en verdad era mucho más largo, en verdad la película dura mucho más, sobretodo la parte dramática. Pero bueno por contrato yo tenía que hacer una película de hora y media y entonces ahí tuve que reacomodar algunas cosas.

¿Y cómo manejaste el rodaje?
Una vez que se inicia el rodaje entras en una dinámica diferente ¿no? Porque al mismo tiempo que tienes un presupuesto pequeño, casi como un proyecto independiente, pero por otro lado también estás bajo la presión de una productora grande, o sea es diferente, tienes un productor que te está contando las escenas y el tiempo. Es un equipo técnico grande… son más de 30 personas que están en un cuarto y es fuerte, es bien fuerte. El ritmo con que se trabaja y el rigor es bien complicado porque de repente hay momentos en los que te quedas pensando cual es la mejor opción y ves que si tu no dices algo nadie más va a decir nada. Siempre uno tiene que, por lo menos, dar la impresión de que sabes lo que estás haciendo.

¿Y cuándo tomas esas decisiones lo haces pensando en lo que quiere el productor o lo que en verdad tu quieres?
Mira, una vez que tienes el guión, le eres fiel al guión y al tema ¿no? Dentro de las limitaciones que el mismo tema te da, partiendo que es un conflicto de adolescentes de 15, 16 años, ya el mismo tema te circunscribe, te marca las pautas. En el momento del rodaje, ya no hay grandes cambios… o sea hay cuestiones pues como pequeñas discusiones, “Que eso le aburre a la gente”, etc.

¿Cómo asumes el trabajo con los actores, tanto en el guión como en la dirección?
Lo que yo me planteé con el guión fue hacer una cosa, sobre todo la primera parte, hacer una cosa bien fresca y ligera porque yo un poco sentía que muchas películas peruanas tenían cierta gravedad, cierta manera de hablar que no me convencía mucho. Yo pensaba que si encima los protagonistas iban a ser adolescentes iba a ser fatal que se viera así, porque un chiquillo lo ve y diría “No, no me lo creo”. Entonces fue lo primero que me planteé. Ok es una película para el mercado de acá, son cuatro chiquillos de Lima, entonces hablarán del fútbol de acá, de las mujeres de acá, de las instituciones de acá, y hablarán como cuatro chiquillos de 16 años. Luego en la dirección intenté dejar a los chicos sueltos, hacer tomas generales que, por más que no las usara mucho, igual las mandaba a rodar para que pase esta cosa entre los cuatro, que se están pisando y atropellando, a pesar que después no las utilizara, me servían mucho porque hacía que los cuatro chicos siempre estuviesen hablando entre ellos… cuando cuatro adolescentes hablan a la vez, ya no puedes tener claro quién dijo qué.

¿Hubo un ensayo previo con ellos?
Sí, con ellos ensayamos dos meses, y luego cada uno de los tres chicos ensayó un mes con cada una de las chicas.

¿Cómo fue el casting para la película?
El director de casting fue Giovanni Ciccia, a Óscar Beltrán lo conocía de TQ 1992, Bruno Ascenzo cuando estaba en el colegio fue asistente de la productora de TQ, hizo un casting que me gustó mucho. A Jason Day también lo vi en el casting y de arranque me convenció, me acuerdo que llegó al casting y dijo “¿Me puedo quitar el polo?” (risas) Pucha porque en verdad es bravo para cualquier chiquillo que no tiene experiencia… si acá en general los actores tienen pocas oportunidades de hacer trabajos… acá no hay niños ni jóvenes actores. Ya ok, digamos la primera parte, pero de ahí tener que hacer escenas con Milene, con Melania. Tenía cierto tono, cierta actitud que pensé que podría aprovechar a lo largo de la película. Y José Manuel Pelaez, el gordito, que había actuado en el colegio, en obras de su colegio… estaba todavía en cuarto, quinto de media. Había días en que se nos dormía porque como tenía clases hasta las 4 pm, mientras llegaba a la Planicie eran las 5 pm, grababa hasta las 5 de la mañana, luego otra vez tenía colegio. Hay una toma cuando llegan las 3 chicas a la sala, él está en el contraplano donde dice “chicas, les he traído unos tragos”, en ese momento en la toma él estaba dormido. Y el editor en España decía “Pos hombre tío, como se te va a dormir un actor”.

¿En qué horario filmaban?
Algunos interiores, de día, pero como todo es de noche, el rodaje era de las 5 de la tarde a las 5 de la mañana. Eso por ejemplo es algo que te mata, tu llegas a tu casa a las 7 de la mañana y no es que duermes hasta las 7 de la noche, a lo mucho duermes 2 o 3 horas. Un trabajo en la noche es pucha… lo voy a pensar mucho la próxima vez… máximo una semana, pero no toda una película de noche.

¿Y el casting de las chicas, cómo fue?
Con Melania Urbina quería trabajar, habíamos hablado desde TQ, a ella le había gustado, como que la tenia en mente para algún papel. Milene Vásquez hizo un casting, me gustó mucho, vi ese casting y quedó. El problema fue para la tercera chica. Buscamos un mes y medio y no nos convenció nadie. Llegamos al punto que empezamos a buscar afuera, nos enviaron la prueba de una chica colombiana, pero dijimos “Esto está medio raro”. Y ya estábamos medio desesperados y no sé a quién se le ocurrió “Oye ¿Y Angie Jibaja?” dijimos “Bueno, a ver” Hizo un casting bien natural, bien fresco y que en términos globales era mejor que el de algunas actrices con más experiencia, pero ellas venían con esa cosa del teatro y considerando todo el tiempo que tendría que utilizar para quitarles eso. Y ya, me decidí por ella.

¿En cuanto tiempo rodaron todo?
Fue poco menos de 5 semanas. Era poco tiempo, al punto que hubo un día más de grabación, porque de verdad era una locura, había días en que rodábamos en el grifo, la Costa Verde, el cuarto. Era humanamente imposible rodar tanto en una noche.

Eduardo MendozaDel guión original a la película final no ha variado demasiado. ¿Siempre ha sido así en tus trabajos previos?
Por ejemplo en Una sola vez más es tal cual. En TQ, las entrevistas fueron una idea posterior, se me ocurrió que podríamos tener unas entrevistas con lo cual podrías armar un rompecabezas más interesante, pues juegas un poco con cómo la gente recuerda las cosas o cómo quiere recordarlas. Pero eso fue al inicio del rodaje, dije “Creo que esto podría funcionar”. Y 303 tiene una frase, ¿no? Pero el guión es tal cual, digamos como estructura, quizá sea el producto final más cercano de lo que imaginaba. 303 si es muy cercano.

Eso es un poco extraño, 303 es distinto de tus otros trabajos. ¿Cuál es el estilo de Eduardo Mendoza?
Yo creo que depende mucho de donde partes, por ejemplo en 303 yo partí de una imagen que era el techo con este pecho que asomaba y se me quedó esa imagen, me parecía de lo más sugerente y a partir de esa imagen fue que construí la historia. Mientras que para TQ yo parto de algo que de alguna manera había vivido, con esa sensación que todo puede volar en cualquier momento, que estás siempre en riesgo, toda esa paranoia y luego viene la historia. Mientras que en Una sola vez más era la historia tal cual y no tanto el tema o sea no dije voy a hacer un tema de pareja.
Ahora yo creo que cuando se habla de estilos… es verdad, ¿no? Tu puedes encontrar esa mayor relación entre Mañana te cuento, Una sola vez más y TQ 1992, pero cuando me preguntan mis influencias o que tipo de cine quisiera hacer, como que todavía estoy experimentando, me gustan muchas cosas variadas. No sé, de repente el próximo largo que haga tiene más que ver con 303 que con los otros.

¿Tuviste referentes visuales al momento de escribir, digamos algo así como quiero hacer esto?
Por ejemplo a la hora que estoy escribiendo algún guión, muchas veces en el proceso de creación tengo imágenes y voy pensando como sería lo del planteamiento visual y creo que a medida que vas escribiendo y dirigiendo puedes ir teniendo mas claro o viendo que hay más alternativas o mejores maneras de contar una historia. Ahora, creo que la manera como lo cuentas significa mucho, casi todo. Una historia la puedes contar de mil maneras pero sólo alguna o algunas son las ideales ¿no? A la hora que voy escribiendo un guión debo tener una cierta sensación de por donde puedo ir.

Eduardo MendozaAhora hay cosas que percibes en la película, porque la ves y dices que es una comedia de adolescentes, hay sexo, hay calatas. Pero hay cosas como el pata negándose a ser peruano con su camiseta del Boca o esa parte en que aparecen los policías y la corrupción. ¿Estas tratando de decir algo ahí?
Yo creo que todos los personajes están en la posibilidad de decir varias cosas, no cuando los actores son más o menos títeres del director, si no cuando tienen cierta consistencia y es cuando creas un perfil del personaje que sabes lo que cada uno puede decir. Como por ejemplo esto del miedo a ganar que es algo que de alguna manera tenemos todos ¿no? Que es algo muy fuerte y que acá tomo un poco en broma con esto de Waldir, si yo quiero decirlo de una manera seria o como estas películas con toda su solemnidad y gravedad, no funcionaría tanto como si cojo a un referente como Waldir, que va mas allá del fútbol que es una mezcla de todo, o sea que si lo coges y a través de él cuentas lo mismo funciona mucho más. Cuando el chico dice “Yo soy el Waldir de los estudios” la gente se caga de risa y creo que llega más fuerte. Este huevón como muchos tiene un montón de opciones y se queda en eso. Es como decir “Uy mi película y si la critican” por ejemplo yo sé que Pimentel me va hacer mierda (risas). Ahora ¿No voy a hacer la película porque él va a decir tal cosa? ¿Me entiendes? Es como si dijera “Uy metí cien mil espectadores el fin de semana me cagué, no voy a poder hacer otra película porque nunca voy!a volver a meter cien mil personas otra vez y hasta que vuelva a pasar, puta madre para que hice esta huevada”

Lo que vemos también es que a ti siempre te ha gustado un poco marcar clichés, un poco para burlarte de ellos o tal vez para a través de ellos desnudar algunas cosas. Por ejemplo en TQ colocaste a cada uno como cliché de algo: la frenética, la autosuficiente, el maniático, etc. Todos conviviendo y chocando entre sí. ¿A ti te gusta eso no?
Creo que te ayuda mucho a la hora de definir un personaje y por otro lado impacta en el publico, sienten que tienen de donde cogerse, están de acuerdo o en desacuerdo pero los enfrentas. Deberías ver la cantidad de mails que recibo, de odio (risas), ponte las chibolas del Villa María ayer me han dicho esto que no lo puedo creer, dicen que ya no quieren usar la falda. Te imaginas, que cambien de uniforme en un colegio solamente por tu película, que más puedes pedir en la vida (risas).

Además otra cosa es que tu instalas tus historias y siempre comienzan frescas, divertidas, van ganando en intensidad y luego hay un nudo dramático y la historia cambia, esta historia que empezó como una pichanga termina volviéndose una tragedia para todos.
De verdad entiendo todas esas reacciones, de alguna manera tiene que ver con que una vez que agarran la película esta adquiere vida propia y en ese sentido la gente la podrá interpretar de muchas maneras, como te dije habrá quien privilegiara determinadas cosas hay quienes verán lo de la construcción de personajes, otros dirán que se la pasaron chévere, otros hablaran del giro de la historia, y me parece justo que así sea, tampoco es “Oye esta es la manera de leer esta película”. Porque TQ 1992 ¿Qué es? ¿Es un thriller? No sé, ni yo mismo. Por ejemplo Django es un policial, que tiene persecución, el bueno, la puta, el policía que lo persigue ahí si hay pautas de un policial. Incluso a la hora de poner la sinopsis de 303 para los festivales yo no quiero poner nada (risas) Claro porque si esto es una lectura dices ok de que trata: Trata de una mujer que a partir de un juego erótico medio perverso involucra a su vecino en un homicidio” pero yo creo que 303 es más que eso, pero tu lees eso y piensas que la cosa es de suspenso pero yo creo que funciona en más niveles.

1. Una película con tres cuartos, un grifo, un cerro y dos calles.
2. Va a pasar mucho tiempo para que una película vuelva a meter cien mil personas en una semana.
3. ¿Por qué no voy a poder hacer una película?
4. Hay criticas que se hacen con mala leche.

Una respuesta a “Entrevista a Eduardo Mendoza”

  1. Me gustaria participar en alguna pelicula tengo 32años y deje de hacer de extra hace 3 años, pero no quiero dejar de actuar ¿tengo opción? a donde voy o llamo.
    Gracias

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