37° Festival de Cine Europeo de Lima: miradas diversas que conectan


Presentando 48 películas provenientes del viejo continente, 15 de ellas en competencia por tres importantes galardones, se llevó a cabo en nuestra capital, el 37° Festival de Cine Europeo de Lima, organizado por la Unión Europea, la Filmoteca PUCP y la Embajada de Finlandia, con la colaboración de EUNIC (la Red de Institutos Nacionales y Culturales de la Unión Europea en el Perú) y APRECI (Asociación Peruana de Críticos Cinematográficos), entre otras instituciones.

Este festival es un evento cultural de larga trayectoria en el Perú. Se celebra desde 1989 y a lo largo de sus diferentes ediciones, ha ido descentralizando sus actividades, organizando proyecciones en distintas sedes regionales, como Cusco, Trujillo, Arequipa, Chiclayo y Piura, la mayoría de las cuales son gratuitas.

La novedad de la reciente edición, realizada en noviembre del 2025, es la formalización de una competencia con tres premios, como en otros festivales cinematográficos del mundo. En esta ocasión, se hizo entrega del galardón al Mejor Documental Europeo de Ficción (a cargo de un Jurado Oficial), el de Mejor Película Europea (elegida por el Jurado APRECI, conformado por los colegas Mariale Bernedo, Raúl Ortiz y el autor de esta nota), además del ya clásico Premio del Público. La presencia de las dos nuevas distinciones eleva el perfil del evento hacia un nivel especializado.

El puente cinematográfico que une Europa y el Perú es también de larga data, y las 15 películas en competencia de esta edición, no hacen sino consolidar la mirada europea hacia historias que pueden ser bien digeridas por el público cinéfilo de nuestro país, aun cuando la mayoría estén en sus idiomas originales, y se use el mecanismo del subtitulado.

Antes de hacer un breve repaso por las películas en competencia, cabe destacar que aparte de ellas, hay en el festival otras secciones como antologías y muestras no competitivas (especialmente las dedicadas a las cinematografías finlandesa y ucraniana), así como laboratorios y conversatorios con cineastas y críticos, enriqueciendo el intercambio de miradas culturales entre nuestro país y Europa.

Optan para los principales premios el drama finlandés Orenda (cuya directora, Pirjo Honkasalo, y la actriz/guionista Pirkko Saisio, estuvieron en la inauguración del festival y en otras actividades del mismo); la cinta alemana De Hilde, con amor, ambientada en el Berlín de la Segunda Guerra Mundial; la comedia austriaca Las sirenas no lloran, sobre las dificultades de una cajera de supermercado para concretar un sueño; el drama Africa Star de Chipre, una realización que sigue los avatares de tres generaciones de mujeres vilipendiadas por hombres sin escrúpulos; la comedia belga, La novia del poeta, que narra la historia de una mujer mayor y solitaria que hereda una gran casa familiar y se rodea de personajes que le alterarán la vida.

Además, Saben Aquell, un biopic español hablado en catalán, que nos presenta a un improvisado contador de chistes que se convierte en un famoso humorista; el drama Terapia familiar de Eslovenia, una tragicomedia sobre las reacciones de una familia ante la llegada de un desconocido; el film animado Las cuatro almas del coyote de Hungría, que evoca la creación de la Tierra y los seres que la pueblan, el drama griego Giannis en las ciudades, que cuenta la historia de un niño en hospicio, hijo de un rebelde, que cuando crece decide conocer a su progenitor; la cinta francesa Sus hijos después de ellos, una adaptación naturalista de la historia de iniciación de unos adolescentes.

Asimismo compite ¡Gloria!, una película italiana que explora en la vida de una mucama de un viejo colegio que sirve de orfanato y escuela musical para niñas en la Venecia de 1800; Jippie no more! una comedia de los Países Bajos que presenta a un joven con síndrome de Down enamorado de una vecina cuando asiste a la granja de su abuelo para la boda de su hermana; La bella América de Portugal, una disparatada historia de un chef pobre que intenta seducir a una ex conductora de TV y candidata presidencial; el drama rumano Tres kilómetros hasta el fin del mundo, que narra la disociación familiar en el núcleo de un joven homosexual de una comunidad conservadora; y el biopic El bohemio, de República Checa, que va desgajando el ascenso de un músico en Venecia, sus primeros trabajos y sus aventuras románticas con damas de la sociedad.

La pluralidad y diversidad del cine europeo conecta a través de estas cintas con el público peruano, que descubre perspectivas diferentes en sus historias.


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