Inspirada en la coreana Save the Green Planet! (2003), Bugonia, lo nuevo del griego Yorgos Lanthimos, es un filme que no podría sentirse más contemporáneo y relevante. Centrándose en una historia tanto verosímil (hasta los últimos 30 minutos) como ligeramente surrealista, la cinta nos dice mucho sobre la codicia corporativa, las teorías de conspiración, el poco valor que a veces se le da a la humanidad, e incluso la salud mental. Se trata de una experiencia muy superior a la decepcionante Tipos de gentileza, y una de las películas más excéntricas que van a poder ver en el cine este año.
El protagonista es Teddy (Jesse Plemons), un trabajador en una empresa farmacéutica que, en sus tiempos libres, se dedica a la apicultura, pero, más importante, a investigar teorías de conspiración sobre extraterrestres. Es así que, junto a su primo neurodivergente, Don (Aidan Delbis), llega a la conclusión de que la Tierra está siendo manipulada por una raza de aliens, quienes toman la forma de humanos y tienen cargos importantes en toda suerte de lugares. Y una de esas criaturas, se supone, es la dueña de la empresa donde trabaja, la poderosa Michelle (Emma Stone).

Es por eso que, un buen día, Teddy convence a Don de secuestrar a Michelle, para llevársela al sótano de su casa en el campo y convencerla de que los lleven a donde su emperador espacial. Pero una vez que hacen eso, se encuentran con un pequeño problema: Michelle niega ser una extraterrestre, incluso luego de que le rapan la cabeza —de lo contrario, podrían ser rastreados… se supone— y luego de que se da cuenta de que ha visto a Teddy antes. Resulta que la madre de este último, Sandy (Alicia Silverstone) falleció luego de pasar por una prueba clínica arriesgada manejada por la empresa de Michelle, razón por la que ella sospecha que Teddy simplemente se quiere vengar. ¿Podrá, entonces, convencerlo de que es humana, o estará condenada a quedarse en su sótano para siempre?
Lo que al inicio parece ser una historia más de personajes desquiciados que han navegado mucho por la internet, poco a poco va convirtiéndose en algo más interesante. Claramente, no quiero revelar nada sobre el final de Bugonia, por lo que solo diré que Lanthimos y su guionista, Will Tracy, toman algunas decisiones arriesgadas e intrigantes mientras se van acercando al final. Hasta cierto punto, creía saber exactamente cómo iba a terminar el filme, quizás de forma algo previsible. Felizmente, lo que los realizadores terminan haciendo es algo totalmente loco, que no me sorprende que esté dividiendo al público. Para este crítico, sin embargo, funciona perfectamente, y resulta tanto lógico como hilarante.
No obstante, la película igual nos muestra de forma clara lo que puede suceder cuando, luego de sucesos traumáticos e injustos, una persona se termina metiendo demasiado en teorías de conspiración, haciéndole caso a podcasters y youtubers supuestamente revolucionarios y rebeldes. Todo lo que Teddy le dice a Michelle sobre los aliens y la forma en que se supone que están controlando a la humanidad es ridículo, pero mientras la historia avanza, uno no puede evitar pensar: ¿qué pasa si tiene razón? ¿Y qué si Michelle de verdad no es humana, sino más bien un ser de otro mundo que de alguna manera quiere manipular y aprovecharse de la humanidad?

Criticar a CEO millonarios a través de una narrativa que los deshumaniza no es nada nuevo; es difícil no considerar a gente de mucho poder e influencia, que acumula y acumula dinero a través de prácticas cuestionables, con poca o ninguna humanidad. No obstante, lo que Bugonia propone es un poco más complejo. Por un lado, vemos a través de flashbacks e incluso por la forma en que Michelle trata a sus empleados que se trata de alguien que vive en su propia burbuja, subestimando a la mayoría de gente. Pero a la vez, también se le muestra como alguien extremadamente inteligente y perspicaz, muy distinto a alguien como Elon Musk en la vida real (quien, muy aparte de ser básicamente maligno, ha demostrado con el tiempo no ser particularmente brillante).
Es en las interacciones entre la Michelle de Stone y el Teddy de Plemons que la cinta va desarrollando su tesis, mostrando las claras diferencias entre dos personajes al menos algo astutos, pero de orígenes, condiciones y preocupaciones muy distintas. Stone está excelente como Michelle, interpretándola como alguien que siempre quiere tomar el control de las situaciones en las que se encuentra, y que acá hace de todo por liberarse de Teddy, usando diferentes métodos para intentar entrar en razón con él. Y Plemons da una excepcional actuación, dejando bien en claro que Teddy es un tipo que cree en todo lo que dice, y que cuyas experiencias con su madre lo han marcado tanto que prefiere profesar locuras en vez de enfrentar la realidad.

Mención aparte para el inocentón Don de Aidan Delbis, quien simplemente hace todo lo que su primo le pide porque lo quiere mucho. Y también para el estilo visual de la película, que en general se asemeja a lo que Lanthimos ha hecho antes, pero en un contexto completamente distinto. Grabada casi enteramente en formato Vistavision, Bugonia luce muy bien, aprovechando al máximo los lentes angulares y la fotografía llena de textura para desarrollar el contraste entre el mundo limpio y clínico de Michelle, y la realidad sucia e imperfecta de Teddy y Don. Además, si uno presta atención, el diseño de producción incluye algunas pistas de lo que eventualmente sucede durante el desenlace del film.
Esta no es, pues, una película para todo el mundo. Es demasiado excéntrica y por momentos hasta surrealista como para apelar a un público masivo —especialmente considerando su final, el cual ya ha dividido a la gente. No obstante, si deciden ver Bugonia prestando atención a lo que nos dice sobre las diferencias entre ricos y pobres, el abuso de las farmacéuticas con el público en general, y lo mucho que la internet afecta a la gente con tendencia a desarrollar teorías de conspiración, se encontrarán con una experiencia fascinante, impecablemente actuada y visualmente estimulante. Me da gusto que, luego de la cansadora Tipos de gentileza, Lanthimos haya regresado con algo como Bugonia. Ahora habrá que revisar Save the Green Planet! (si es que no lo han hecho ya) para ver cómo se comparan.
Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de Focus Features.



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