The Company Men (2010)

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(Con)secuencias de la crisis

The Company Men, del -mayormente- productor televisivo John Wells, quién ha encarado su primer largo en la gran pantalla con el apoyo de nombres de prestigio actoral, no es una gran película, pero es una película que da mucha cuerda (a pesar de sus fallos argumentales) para motivar un debate del que se pueden extraer muchas cosas, válidas especialmente para el espectador nervioso y desorientado frente a la actual crisis económica que no deja un resquicio de fe en nada. Menos aún, en nadie del mundo mercantil y político. Vistos ya algunos resquicios cinematográficos sobre la crisis económica: Inside Job, Up in the Air, Capitalismo: una historia de amor, Batalla en Seattle, Wendy and Lucy, The Girlfriend Experience, Wall Street: El dinero nunca duerme, The International: dinero en la sombra, o algunas que nos hubiera gustado ver, como Film Socialisme de Jean-Luc Godard, llega esta pequeña ficción sin pretensiones y con una empatía e identificación con el espectador asombrosa, que, digámoslo ya, nos ha dejado muy buen sabor de boca.

La figura del parado, víctima de la depresión del 29, apareció timidamente en el cine de los años treinta y cuarenta. Incluso en los musicales tenían cabida los melodramas sociales. Las actividades sindicales, las huelgas, las luchas laborales en general crecían y fructificaban en la vida real, pero en el cine eran tratadas con mucho tino, y bajo esa capa de idealismo y laboriosidad tan ‘yanquis’, donde Frank Capra se erigía en comendador del ¡Qué bello es vivir!, quién es el responsable, también, de “La locura del dólar”, sobre los banqueros buenos que dan préstamos sin garantías a pequeños comerciantes; en fin, pura ciencia ficción, género que por otro lado Capra siempre había tenido ganas de hacer. Asimismo gustaba el cine de aquella crisis tocar el tema de los ricos devenidos pobres. Algo así nos cuenta Wells, en pleno siglo XXI, con otra crisis bien aguda, de otras características que la anterior aunque mismas consecuencias, que parece anunciar un cambio (lento pero cambio al fin y al cabo) cuya forma y textura aún ni siquiera podemos adivinar.

Con la ayuda, decía al comienzo, de figuras como Ben Affleck, cada día más sólido; Tommy Lee Jones, el mago que tiene por costumbre dotar de humanidad a sus personajes; el genial Chris Cooper; una sabia Maria Bello (sabiendo envejecer), un sorprendente Kevin Costner y toda una banda de estupendos secundarios GSB (gente sin botox), The Company Men susurra muchas cosas al oído del espectador. Habla de la economía del accionista, de las grandes empresas que crecieron gracias al sudor de sus tenaces trabajadores a los que luego, ellas mujeres fatales, desdeñan con los nuevos amantes, los accionistas avariciosos y el eterno miedo a las opas hostiles. Pero ojo, no esperen encontrar una crítica visceral o contraria a ese proceder. No, el sistema económico no se cuestiona, a lo Naomi Klein. Como tampoco Estados Unidos tiene por costumbre cuestionar el tema de las armas en manos del hombre común, a pesar de todos los Columbine que puedan producirse. Si bien las críticas a la manera de proceder en el sistema no dejan de aparecer por todos los rincones del film, algunas muy escondidas pero visibles.

El proyecto de Wells sería el reverso de la cinta de Jason Reitman, otro film que habla de lo mismo desde otro punto de vista, Up in the Air: El despido masivo de trabajadores, principalmente maduros y experimentados, de grandes corporaciones con el objetivo de ahorrar costos, ya sea para aumentar el valor de las acciones, ya para evitar fusiones, ya para aumentar los beneficios y distanciar el puente salarial entre jefes directivos y los “otros” asalariados. Desfilando todo en un estilo formal muy televisivo que no exhibe alardes estéticos especiales. No es un cine del cómo se cuenta, sino más bien el qué se cuenta, aunque, para los europeos no sea lo suficientemente cáustico. A nosotros nos vale.

Bobby Walker/Ben Affleck como el ejecutivo de alto standing vital, despedido de GTX Corporation (al igual que miles) y que de un día para otro se ve trabajando de albañil junto a su cuñado, un Kevin Costner que no desmerece nada, hace replantearse su existencia a otro alto ejecutivo, Gene McClary/Tommy Lee Jones, que no se calla ante lo que el considera está mal. Hablar y recordar que lo más valioso que una empresa posee sigue siendo el recurso humano, es ya de por sí importante, o acaso ¿se nos había olvidado entre tanto superhéroe, comedia insulsa, o batallitas de piratas?

John Wells culmina con una pica de esperanza, happy end al uso para el espectador, lo que nosotros traducimos como un camino hacia las cooperativas, o el autoempleo (sé tu propio empresario, ese sentimiento emprendedor que nos gusta de los americanos), o recobrar la ética laboral, o… más ideas por favor.

Dirección y guion: John Wells | 104 min. | EE.UU.

Intérpretes: Ben Affleck (Bobby Walker), Chris Cooper (Phil Woodward), Kevin Costner (Jack), Maria Bello (Sally), Tommy Lee Jones (Gene McClary), Craig T. Nelson (James), Rosemarie DeWitt (Maggie Walker).

Estreno en España: 29 de abril de 2011.

Esta entrada fue modificada por última vez en 22 de mayo de 2011 13:37

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