Escribe Almudena Rodríguez
Molt lluny es una película catalana-neerlandesa que narra la historia de Sergio (Mario Casas), quien, tras un viaje familiar, toma la decisión de quedarse a vivir en los Países Bajos, en la ciudad de Utrecht. Al inicio de la película, no se entiende del todo el motivo de esa elección. Sergio empieza a buscarse la vida en una ciudad fría y distante, donde conoce a Yusuf (interpretado por Ilyass El Ouahdani, actor de origen marroquí), un inmigrante que trabaja en una empresa de mudanzas. Sergio entra a trabajar en la misma empresa, dando comienzo a su viaje de sacrificios y adaptación en aquella ciudad.
En el film vemos a un Sergio cerrado a las emociones y renuente a establecer vínculos. Intenta, con timidez, hacer amigos como Manel (David Verdaguer), otro catalán que conoce en sus clases de idioma. A través de su experiencia como emigrante, Sergio no solo atraviesa un proceso de integración laboral y social, sino también un viaje emocional de introspección y búsqueda personal. Gracias a su casera, su compañero de piso, Yusuf y Manel, Sergio empieza a derribar las barreras emocionales que ha construido, atreviéndose poco a poco a ser él mismo, su versión verdadera.

La película interpela, desde el principio, el tema de la masculinidad frágil, eje central durante sus 100 minutos de duración. Nos muestra a un hombre cargado con los estereotipos del género que habita: la contención del afecto, el humor defensivo, la dificultad para expresar sus emociones. Aun así, la historia se reconstruye con las relaciones que Sergio establece en el camino. Amigos que se convierten en familia, cuando estás lejos de la tuya.
Visualmente y narrativamente, Molt lluny es una película profundamente social. Se construye con planos rápidos que se entrecortan con sonidos de la ciudad y de la vida obrera neerlandesa. La fotografía y los colores ponen énfasis en las emociones del protagonista, subrayando la crudeza de su recorrido y las múltiples capas que lo componen.
Hay una escena especialmente conmovedora en la que su hermano lo visita, intuyendo el peso que Sergio arrastra. Le dice: “Haz lo que tengas que hacer, y luego vuelve. Que la mamá está muy preocupada”. Otra secuencia —la cual me parece que está influenciada por Aftersun (2022), la ópera prima de la británica Charlotte Wells— ocurre en una discoteca. En ella, vemos a un Sergio más distendido, libre y feliz. Abraza a su compañero de piso y le agradece. Es una escena de liberación, comprensión y ternura. Y, después de tantos minutos, vemos también una liberación y exploración sexual por parte de Sergio. En Aftersun se narra el recuerdo de las últimas vacaciones que Sophie, una niña de once años, pasa con su padre en Turquía. En ella también hay una escena en una fiesta en la playa, en la cual se traslada el viaje emocional del personaje a través de la luz de la fiesta y la música. Creo que ambos personajes están en una lucha interna personal, y eso se visualiza a través de esas escenas ambientadas en una fiesta.
Molt lluny retrata con honestidad la experiencia migrante: lo que cuesta irse, lo que se deja atrás y las mochilas invisibles que se cargan. Aunque la historia está contada con rudeza y realismo, logra conquistar al espectador desde la empatía, explorando esa necesidad vital de huir, buscarse y encontrarse con una nueva familia en el camino. Una ópera prima muy sólida del realizador Gerard Oms (Barcelona, 1983), también actor, con una mirada necesaria, viva y profundamente humana sobre una realidad que comparten muchas personas.
Deja una respuesta