Festival de Tribeca: Augusto Zegarra, director de “Runa Simi” (2025), gana el premio Albert Maysles


En la edición número 24 del Festival de Cine de Tribeca, realizado en la ciudad de Nueva York, la película peruana Runa Simi (2025) le ha permitido a su director Augusto Zegarra Pineda-Arce ganar el premio Albert Maysles al mejor director debutante de un documental. El suyo se trata de un largometraje cálido y reconfortante, que toca fibras emotivas al narrar las tres historias de amor de Fernando Valencia, un joven quechua hablante de Cusco: hacia su hijo pequeño, hacia su lengua materna y hacia el cine.

Fernando es el creador del proyecto Quechua Clips, a través del cual publica en las redes sociales fragmentos de películas dobladas al idioma quechua por él mismo junto a su hijo Dylan. Ante el éxito de esa iniciativa, que genera gran entusiasmo en escuelas y comunidades rurales donde se habla la lengua de los incas, él se propone lograr su reto más ambicioso hasta la fecha: doblar enteramente la película animada El rey león (1994) al quechua. El único y gran inconveniente es que para ello necesita conseguir el visto bueno de The Walt Disney Company, quienes tienen los derechos de autor.

Runa Simi sigue el recorrido de Fernando para tratar de conseguir por todos los medios posibles que los ejecutivos de Disney en Estados Unidos acepten su propuesta, aunque el simple acto de intentar comunicarse con ellos resulta ser una carrera de obstáculos. Pero Fernando no se desanima fácilmente y le explica a la cámara por qué considera que debe haber películas dobladas al quechua, una lengua hablada por 10 millones de personas: “Si una película es buena, ¡todos tienen derecho a verla!”.

Mientras Fernando espera que en Disney le respondan los e-mails o las llamadas telefónicas, de manera proactiva avanza con el casting de actores de doblaje para que interpreten a los personajes de Scar, Nala, Zazú, entre otros. Eso abre un flanco interesante, cuando Augusto Zegarra entrevista a esos actores y cada uno comparte sus experiencias como hablantes de quechua y expresan lo que el idioma representa para ellos como parte de su identidad y su cultura.

En paralelo, el filme nos muestra la vida cotidiana de Fernando, mientras interactúa tanto con su madre (una mujer que fundó la primera escuela de su comunidad) y su hijo Dylan, su compañero y cómplice en todas sus aventuras de doblaje de películas al quechua. En una de las escenas más enternecedoras, Fernando dirige a Dylan para que que tenga la entonación correcta y el balance exacto de inocencia y entusiasmo cuando interprete a Simba. El vínculo paternofilial de Fernando y Dylan le da un gran soporte emocional a Runa Simi, al reflejar la relación entre Mufasa y Simba en El rey león.

De manera similar a lo que proponía César Galindo en Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo (2022), Runa Simi reivindica la necesidad de que las personas de los pueblos originarios puedan acceder al cine en su propia lengua, tal y como lo hacen las personas que experimentan esas películas en otros idiomas dominantes como el inglés o el castellano. Mediante una narración en off, Fernando afirma: “En castellano puedo decir muchas cosas, pero en quechua puedo decir lo que realmente siento”. ¿Y acaso la magia del cine no es esa incomparable capacidad de sentir y emocionarnos con escenas que le hablan directamente a nuestras vivencias personales?


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *