Fantastic Fest 2025: «The Curse» (Japón/Taiwán, 2025), de Kenichi Ugana


Tal y como el título lo sugiere, la japonesa-taiwanesa The Curse se centra en una maldición que termina por afectar a más de un personaje de diversas maneras. Combinando elementos del cine de horror japonés de principios de los años 2000 (como Ringu, The Grudge y varias otras) con comentarios sociales relacionados con el uso de las redes sociales en el mundo contemporáneo, la película del japonés Kenichi Ugana se termina sintiendo como una experiencia formalmente correcta pero emocionalmente limitada. La película cuenta con elementos narrativos interesantes, pero especialmente hacia el final, termina perdiendo al espectador con revelaciones un poco previsibles y un uso discriminado del gore.

Yukino Kaizu interpreta a Riko, una chica de 25 años común y corriente que trabaja en una peluquería, y vive con su roommate Airi en una ciudad japonesa tranquila. Su vida se torna extraña, sin embargo, cuando nota que una amiga taiwanesa llamada Shufen comienza a publicar imágenes extrañas con textos más raros en Instagram. Curiosa, decide hablar con su ex, Jiahao, quien vive en Taiwán, y este le dice que Shufen murió hace semanas. Es ahí donde nuestra protagonista descubre que la chica se vio afectada por una maldición, la cual es luego transferida primero a Airi, y luego a ella. Sabiendo que si se queda de brazos cruzados morirá de forma horrible, Riko viaja a Taiwán, empecinada en encontrar la fuente de la maldición, y con algo de suerte, salvar su propia vida.

A nivel narrativo, lo más interesante que tiene The Curse es el enfoque en una maldición de origen taiwanés, que consiste en el uso de muñecos de papel como parte de un ritual antiguo y sangriento. La motivación detrás de aquellos rituales y, por ende, de la maldición, es eventualmente revelada y resulta algo absurda, pero al menos logra decirnos algo sobre la manera en que nos comunicamos hoy en día a través de las redes sociales. Solo sepan que eventualmente aparece una bruja (Ray Fan), y que se trata de una mujer increíblemente celosa de la gente joven y atractiva que sube su vida entera a plataformas como Instagram.

Seguro habrá quienes interpreten esta parte de la historia como un comentario algo sexista sobre cómo las mujeres (especialmente las de avanzada edad) piensan. Y otros la verán, más bien, como una crítica al oversharing en redes sociales, y a las relaciones parasociales que se forman entre diferentes personas en internet. Pero para vuestro servidor, lo que resulta más importante acá es la forma en que el uso de plataformas móviles es integrado a la historia, haciendo que The Curse se sienta como una versión más moderna de Ringu, donde las cintas de VHS y televisores de tubos son reemplazados por cuentas e imágenes de Instagram, y smartphones de alta gama. Interesante, pues, que una maldición milenaria sea esparcida por las redes sociales en el Taiwán (y Japón) del siglo XXI.

Lo que no resulta igual de interesante, lamentablemente, son los personajes. Yukino Kaizu hace un buen trabajo como Riku, pero lamentablemente la chica es una protagonista tremendamente pasiva, que reacciona a los sucesos extraños que se llevan a cabo a su alrededor con reflejos de oso perezoso, lo cual se torna particularmente ridículo durante el clímax de la historia. Por su parte, Jiahao es igual de soso —un buen tipo, asumimos, que quiere ayudar a su ex, y que hace todo lo que puede por averiguar algo sobre los rituales ancestrales de maldiciones locales. Quien le otorga algo de energía al asunto es Ray Fan, pero desgraciadamente llega muy tarde, haciendo, más bien, que el filme cobre vida justo cuando está a punto de concluir.

¿Pero qué hay del terror? Es ahí donde a The Curse le va un poco mejor. Ahora, no van a encontrar nada acá que sea muy original o novedoso. Tenemos a la clásica figura femenina terrorífica de pelo negro enredado, por ejemplo (que hasta fue parodiada de forma algo racista en comedias gringas como Scary Movie 3), o ciertos momentos sangrientos que sí resultan impactantes y asquerosos. Destacan en una escena de muerte en una cama (que resulta en un impresionante géiser de sangre carmesí), una inesperada decapitación y toda suerte de vómitos, desde los más sangrientos hasta los que consisten en un líquido negro y espeso. The Curse cuenta con todos los trucos del género que hemos visto en otras producciones, pero que al menos resultan efectivos en una historia bastante atmosférica y chocante.

Todo lo anterior, eso sí, concluye de manera algo anticlimática, con una secuencia que nos muestra algo de gore inesperado (lo cual funciona), e intenta justificar la visión algo nihilista y cínica que el guion tiene del mundo (lo cual no funciona tanto). Esta es una cinta que se toma completamente en serio a sí misma (lo cual aprecio), pero que a la vez, se pudo haber beneficiado un poco de una dosis de diversión, especialmente cuando hace uso de apariciones e imágenes que hemos visto ya en otras producciones de horror sobrenatural. El final, aunque apropiadamente impactante, no funciona del todo, además, porque nunca llegamos a conectar bien con los personajes centrales.

The Curse es una propuesta interesante. Por un lado, no hace nada particularmente novedoso a nivel estético con el género del terror, presentándonos imágenes y recursos visuales que hemos visto en incontables filmes de similar corte desde principios de la década pasada. Pero por otro lado, integra muy bien los comentarios sobre el uso de redes sociales a su historia, haciendo que la propagación de la maldición del título sea más interesante que sus efectos o sus orígenes culturales. La pasé bien con esta película, y ciertamente me hizo saltar en varios momentos, pero considerando el bagaje de género con el que llega, siento que pudo haber sido bastante más original e imprevisible. En todo caso, si la ven con expectativas moderadas, seguro que la pasarán bien.

Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de la producción del filme.

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