Fantastic Fest: «Coyotes» (2025), la furia de la naturaleza


Hace tiempo que no me encontraba con una película de título tan sencillo, pero a la vez tan apropiado. Si Coyotes se llama así es porque justamente trata de eso; ¿qué esperaban? Lo que tenemos acá es un thriller con toques de comedia negra que sí, se burla de los estadounidenses ricos, el estilo de vida de los californianos, y hasta de las teorías de conspiración generadas por gente muy aburrida, pero que finalmente, trata sobre personajes sobreviviendo al asedio de un grupo de coyotes. Si aquella premisa, directa y poco pretenciosa, les llama la atención, seguramente la pasarán bien con el filme de Colin Minihan.

Justin Long y Kate Bosworth (también productores ejecutivos del proyecto) interpretan a Scott y Liv, respectivamente. Junto con su hija adolescente Chloe (Mila Harris), viven en una casa enorme en Hollywood, donde aparentemente nunca pasa nada extraño. Los únicos problemas que tienen, de hecho, están relacionados al poco tiempo que Scott le dedica a su familia, y al hecho de que Chloe ha comenzado a comportarse como una púber, teniendo ataques de mal humor y quejándose de lo aburridos que son sus padres.

La vida aparentemente normal de esta familia se ve alterada, sin embargo, cuando una tormenta trae consigo incendios forestales al barrio, lo cual hace que un grupo de coyotes salga de su ambiente natural y comience a atacar a los humanos. Esto obliga a Scott y compañía a quedarse en casa, por más que, por ejemplo, su vecino cocainómano Trip (Norbert Leo Burtz) y la trabajadora sexual a la que siempre contrata, Sheila (Norma Nivia), quieran interactuar con ellos. Para sorpresa de nadie, la llegada de los animales resulta en varias muertes súbitas, lo cual eventualmente resulta en Sheila quedándose dentro de la casa de la familia protagonista, quienes deben encontrar alguna forma de sobrevivir a tan particular noche.

Coyotes es el tipo de película que no debería tomarse muy en serio. Después de todo, cuenta con enemigos formidables y de inteligencia poco común; animales en cuatro patas que aparentemente ahora son capaces de abrir puertas (¡!), y cuyas motivaciones, aunque relativamente verosímiles, igual resultan bastante absurdas una vez que son reveladas. Felizmente, Minihan se da cuenta de lo ridícula que es su película, por lo que le inyecta un tono apropiadamente excéntrico a la historia, combinando comedia negra con bastante violencia, tensión y hasta uno que otro momento de gore.

Por ende, Coyotes no puede ser considerada como una experiencia de terror puro, sino más bien como una suerte de sátira del género, y por supuesto, del tipo de vida que sus protagonistas tienen. La historia entera se lleva a cabo en Los Ángeles, lo cual le permite al filme incluir personajes bastante alocados y, en algunos casos, superficiales, como la ya mencionada trabajadora sexual, pero también un exterminador de plagas de dudosa procedencia llamado Devon (Keir O’Donnell), y hasta una chica tipo influencer que aparece en el prólogo de la cinta, y que previsiblemente la termina pasando mal debido a la llegada de los famosos coyotes.

No obstante, el guion de Tad Daggerheart y Nick Simon nunca se siente exageradamente cínico. Considerando el tipo de historia que proponen, Coyotes se hubiese podido convertir muy fácilmente en un filme que se deleita en matar personajes de formas cruentas, o en hacer sufrir a gente aparentemente antipática. Felizmente, el guion está más interesado en otorgarle un buen arco de personaje a Scott, quien debe pasar de ser un tipo adicto al trabajo que casi nunca ve a su familia, a ser un padre de familia valiente y dispuesto a sacrificarlo todo por su esposa e hija. Esto resulta en un clímax inesperadamente emotivo que, sin llegar a ser lacrimógeno, al menos logra otorgarle una dimensión narrativa adicional al film.

Dicho esto, lo cierto es que la mayor parte del público no va a ver una película como esta por los arcos de personaje o la sátira; lo que quieren es sangre y horror, y en ese sentido, Coyotes no decepciona. Tomando en cuenta que se trata de una producción independiente, el filme nunca se ve barato, aprovechando al máximo los recursos con los que cuenta para utilizar bien a los animales del título (que en su mayoría son creaciones digitales, lógicamente, y no lucen tan mal), y hasta incluir escenas de incendios y destrucción bastante increíbles. Y aunque no me animaría a decir que esta es una cinta de gore puro, sí trae consigo ciertos momentos bastante asquerosos y sangrientos, los cuales deberían satisfacer a los espectadores que estén esperando algo un poco más cruento.

Coyotes es exactamente lo que dice en el póster; ni más, ni menos. Es, efectivamente, una película sobre coyotes sanguinarios, pero que felizmente no pierde de vista a sus personajes humanos, más bien utilizando sus características arquetípicas para desarrollar algunos momentos inesperadamente emotivos. Los efectos visuales no están mal, hay escenas de palpable tensión (como cuando los coyotes se meten a la sala de la familia y estos últimos se tienen que esconder de sus depredadores), Justin Long y Kate Bosworth se toman en serio la historia, lo cual juega a favor del producto final, y en general, la película termina funcionando dentro de sus muy específicas ambiciones. No se trata de un gran filme, pero dentro de lo que pretende hacer, no decepciona para nada.

Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de Aura Entertainment.


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