Festival Lima Alterna: “With Hasan in Gaza” (2025), el peligro en espera


Hace poco más de un mes tuve la oportunidad de ver No Other Land (Lā arḍ ukhrá, 2024), documental ganador del Oscar, y la conclusión a la que llegué fue evidente pero necesaria: la tragedia que vive el pueblo palestino no comenzó ahora. No es un conflicto reciente ni de unos pocos años, sino una ocupación que se arrastra desde hace décadas y que hoy se ha convertido en un genocidio sostenido. Si aquel documental tenía una gran virtud, era la de usar la cámara como instrumento de verdad, observando sin filtros las acciones violentas de los colonos y convirtiendo el registro en una forma de denuncia directa.

Traigo a colación No Other Land porque With Hasan in Gaza (2025), del artista palestino Kamal Aljafari, puede entenderse como su contraparte, su “lado B”. Filmado en 2001 —a diferencia del primero, que fue rodado en años recientes—, resulta fascinante ver cómo, mientras aquel film se enfrentaba abiertamente a la violencia, Aljafari adopta un tono más introspectivo. Su película parte de una búsqueda: el intento del propio cineasta por reencontrarse con Hasan, un amigo que conoció en prisión. Esa búsqueda pronto se transforma en una trampa, una metáfora del estancamiento y la imposibilidad de escapar del conflicto.

Desde los primeros minutos, el ambiente se vuelve progresivamente tenso. Pero no es una tensión visible o inmediata, sino una espera cargada de peligro, una amenaza que parece flotar en el aire. Sabemos que algo terrible puede ocurrir en cualquier momento, y esa sensación, tan familiar en el contexto palestino, domina toda la película. Aljafari juega con esa expectativa, pero sin recurrir al suspenso tradicional. En lugar de eso, impone una naturalidad dura, lenta, que nos envuelve hasta consumirnos. Esa decisión puede volver el visionado más exigente, incluso desafiante para algunos espectadores, pero también le otorga a la cinta una autenticidad inusual.

El director se graba con una Mini DV, una de las primeras cámaras digitales, aprovechando su ligereza para moverse con libertad. Esa elección técnica potencia el carácter vertiginoso del relato: los desplazamientos sin rumbo fijo, los caminos polvorientos, los encuentros fortuitos. La sensación de desconcierto se intensifica porque todo parece al borde del colapso. Aljafari capta imágenes cotidianas —niños jugando, adultos conversando, escenas de vida normal—, pero detrás de ellas se percibe la inminencia del horror. Con el paso del tiempo, este material se convierte en un testimonio del pasado que se recuperó para anticipar el desastre que hoy presenciamos con horror.

With Hasan in Gaza es un documento poderosísimo no solo por lo que denuncia, sino por cómo lo filma. La forma en que Aljafari encuadra la realidad, su uso del sonido ambiente y de la espera como construcción narrativa, transforman lo que podría haber sido un simple registro en una experiencia profundamente inquietante. Su naturalidad y su crudeza son demoledoras, precisamente porque el cineasta sabe lo que esas imágenes terminan presagiando. Es un filme que absorbe, perturba y, sobre todo, resiste. Una obra que, pese a su sencillez, revela la violencia invisible que sostiene al mundo y que el tiempo no ha hecho más que confirmar.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *