100 Nights of Hero es el tipo de película que se disfruta mejor al verse sin saber absolutamente nada sobre ella. Eso fue lo que hice, y no me arrepiento en lo absoluto. Después de todo, siento que los tráilers probablemente no le hacen justicia (ni los he buscado) y que tratar de resumir lo que la directora Julia Jackman (realizadora del film británico Bonus Track) hace acá puede ser… complicado. No obstante, haré el intento en el presente texto, argumentando porqué creo que se trata de una de las producciones más interesantes, excéntricas y relevantes que han salido en este 2025.
El filme comienza presentándonos a Birdman (el gran Richard E. Grant), un dios que, por aburrimiento y arrogancia, termina modificando la creación de su hija, la diosa Kiddo (Safia Oakley-Green). Esta última moldeó y le dio vida a los humanos, pero el primero creó una serie de reglas de carácter social y religioso para que estos sigan, incluyendo, por supuesto, la veneración obligatoria a su persona. Es así que 100 Nights of Hero nos adentra en un mundo donde se adora a Birdman en vez de a Dios, y a una mujer extremadamente fértil (que incluso aparece en vitrales) en vez de la Virgen María.

Nuestras protagonistas son la Hero del título (Emma Corrin, de The Crown) y Cherry (Maika Monroe, de Longlegs). La segunda es la esposa del adinerado Jerome (Amir El-Masry) y vive en un castillo enorme, donde la primera trabaja como empleada. Según las reglas de la sociedad, Cherry debería tener todos los hijos que pueda, pero lamentablemente su esposo ni quiere tocarla —se infiere, sin demasiadas sutilezas, que él es gay, y sin embargo, siente la presión de sus líderes por otorgarles un heredero. Por ende, se le ocurre una idea: decide irse de casa “por negocios”, y le pide a su apuesto mejor amigo, Manfred (Nicholas Galitzine, de The Idea of You), que lo reemplace y se quede con Cherry.
Es así que comienza una suerte de intento de seducción por parte de Manfred, quien quiere demostrar que “todas las mujeres son iguales”, motivado por un Jerome que quiere obtener un heredero sea como sea, incluso sin su participación activa. Pero lo que ninguno de ellos sabe es que, por más que Cherry se muera por tener una familia tradicional y cumplir el rol de la esposa sumisa, en realidad ella está enamorada de Hero. Y esta última tiene un secreto propio: en su habitación, esconde textos prohibidos, muchos de ellos historias pasadas de generación en generación. Y son estas historias las que les cuenta a Cherry y Manfred, tratando de enseñarle algo a la primera, y aburrir al segundo.
Interesante el universo que ha creado Jackman basándose en la novela del mismo título de Isabel Greenberg. Lo que tenemos acá es una sociedad fantástica cuasi medieval, que claramente no se sitúa en nuestro planeta (Jackman se esmera en mostrarnos un cielo con tres lunas de distintos colores cada vez que presenta una escena nocturna), pero que sigue muchas de las reglas sexistas y absurdas que fueron importantes durante buena parte de la historia de la humanidad. Es así que acá las mujeres son tratadas como fábricas de bebés, se les niega la educación (la mayoría no puede leer ni escribir), son obligadas a aprender únicamente a tejer y cocinar, y si son encontradas haciendo algo distinto, son acusadas de brujería.

Una escena en particular, en la que Cherry muestra una serie de vitrales de mujeres que fueron asesinadas a lo largo de la historia (acusadas de ser brujas, herejes y hasta lesbianas), demuestra de forma eficiente lo que 100 Nights of Hero nos quiere decir. Pero felizmente, no todo lo que Jackman y compañía proponen es pesimista. De hecho, la cinta también trata sobre la importancia de las historias; sobre cómo la humanidad se ha comunicado por miles de años a través de cuentos, mitos y leyendas, y de cómo estos sobreviven al paso del tiempo y la aparición de dictaduras opresivas, y pueden ser escritos de diferentes maneras. ¿Las mujeres no pueden leer y escribir? ¡No pasa nada! Igual pueden contar sus historias a través de bordados, por ejemplo.
Es así que la historia que Hero le va contando a Cherry y Manfred se va mostrando explícitamente y en paralelo a la narrativa principal, complementándola de manera sublime. En ella, vemos a Rosa (la cantante Charli XCX) y sus hermanas, distintas y hambrientas de conocimiento, sucumbiendo a la vida de esposa tradicional y sumisa. Son ellas, de hecho, las que comienzan con la creación de historias secretas, sin importarles lo que la sociedad pueda decir de ellas, y las que terminan por motivar a Cherry y Hero a tomar ciertas decisiones. Charli XCX hace un trabajo sorprendentemente bueno interpretando a Rosa, aunque vale la pena aclarar que no tiene mucho diálogo ni se le exige mucho a nivel dramático. Igual; me gustaría verla en más películas en el futuro cercano.

De hecho, el reparto entero entiende la tarea, dándose cuenta de que están habitando un mundo extraño, colorido y opresivo, muy distinto al nuestro en varios aspectos, pero similar en otros. Maika Monroe (la única que no cuenta con un acento británico, lo cual llama la atención al inicio) interpreta a Cherry como una mujer nerviosa, tímida, que poco a poco va soltándose, dándose cuenta de que tiene que hacer algo para salir de un ciclo vicioso y francamente absurdo con su esposo. Por su parte, Emma Corrin hipnotiza como Hero, desarrollándola como una revolucionaria; una mujer fuerte e inteligente que tiene que trabajar desde las sombras, fingiendo ser menos de lo que es. Nicholas Galitzine destaca como el apuesto y arrogante Manfred, y actores de la talla de Richard E. Grant (como el dios Birdman), Felicity Jones (como la narradora, y un personaje que aparece hacia el final), Varada Sethu (de Andor y Doctor Who) y por supuesto, Charli XCX, tienen roles pequeños pero importantes.
Mención aparte para el desarrollo visual del mundo de 100 Nights of Hero. Inspirándose en el vestuario de hombres y mujeres de la época medieval, y combinándolo con elementos más modernos y hasta fantásticos, el filme logra construir un universo que se siente tanto diferente como familiar. El castillo de Cherry, con sus jardines y cuartos amplios, podría aparecer en cualquier otra película británica de época. Pero los trajes de los sacerdotes que adoran a Birdman y los gorros que usan las mujeres reprimidas y sumisas hacen referencia a costumbres y culturas reales, pero en un contexto fantástico y único. Además, la dirección de fotografía de Xenia Patricia (quien previamente solo había trabajado en cortometrajes) tiene mucha textura y hace uso de sombras marcadas y colores pastel, realzando tanto la verosimilitud como la creatividad del mundo que los personajes habitan.
Es verdad que 100 Nights of Hero se cae un poco hacia el final. Por alguna razón, Jackman se pone un poco sentimental con su conclusión, lo cual no termina de funcionar considerando todo lo que sucede previamente. El desenlace se siente repentino, como si estuviera un poco desconectado del resto de la narrativa. Pero felizmente, no es lo suficientemente decepcionante como para terminar de arruinar la experiencia de ver esta película. Lo que tenemos acá es un film sobre la importancia de las historias, la resiliencia de las mujeres que siempre quisieron una mejor vida, y lo constante que ha sido la represión a las minorías a lo largo de la historia del ser humano, representada acá, por supuesto, en un contexto fantástico. Puede que 100 Nights of Hero no sea perfecta, pero ciertamente es más interesante y ambiciosa que la mayoría de estrenos de este 2025.
Nota: vi este film gracias a un screener cortesía de IFC Films.



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