“Song Sung Blue: sueño inquebrantable” (2025): la música de la vida


Basado en el documental del mismo nombre (en inglés), Song Sung Blue: sueño inquebrantable es un biopic y drama musical centrado en la felicidad que nos dan la música y el entretenimiento, incluso cuando se están usando las composiciones de alguien más. Centrándose en la historia de Lightning & Thunder, un dúo tributo a Neil Diamond, el filme postula que hay gente que nace para hacer felices a los demás y que eso, a su vez, es lo que los hace felices a ellos. ¿La música es de alguien más? No importa. Igual harán el mejor trabajo posible, disfrutando del arte que propongan y del cariño que la gente siente por ellos.

Song Sung Blue: sueño inquebrantable se lleva a cabo a fines de los años 80 y 90, y comienza con un Mike Sardina alias “Lightning” (Hugh Jackman) harto de ser un imitador de cantantes más famosos, obligado a trabajar en bares y restaurantes. Sin embargo, cuando conoce a la encantadora Claire (Kate Hudson), se le prende el foco. Decide desarrollar un acto que homenajee a Neil Diamond no a través de la imitación, sino más bien, como ella le dice, la interpretación. Es así que se convierten en Lightning & Thunder, un dúo que se vuelve casi tan famoso como el cantante original en Milwaukee y que resulta en un matrimonio algo sufrido, pero en general, bastante feliz.

Como cualquier biopic tradicional, Song Sung Blue nos presenta tanto las dificultades y aciertos de la vida profesional de sus protagonistas como sus problemas personales. Es así que, en relación a lo primero, los vemos crecer gradualmente, trabajando con una banda de amigos y con el representante de Mike, el también dentista Dave Watson (Fisher Stevens, a quien se le ve después de tiempo), y eventualmente con Tom D’Amato (un divertido Jim Belushi). Incluso los vemos siendo convocados para ser teloneros de Pearl Jam (¡!), pero también teniendo dificultades con públicos imprevisibles.

Y en relación a lo segundo, el matrimonio entre Mike y Claire trae consigo ciertas problemáticas. Ambos vienen ya con hijos —él con la adolescente Angelina (King Princess), quien parece entender bastante bien cómo funciona el alcoholismo de su padre (felizmente ya veinte años sobrio). Y ella con Rachel (Ella Anderson), otra adolescente quizás más rebelde, y el pequeño Dana (Hudson Hensley), quien termina siendo el más emocionado por ver a sus padres cantar. Felizmente, la película logra evitar la mayoría de clichés relacionados con este tipo de personajes, haciendo que, por ejemplo, los adolescentes se comporten no como figuras estereotípicas sufridas y desesperantes, sino más bien como seres humanos reales y fallidos.

Lo mismo se puede decir de los protagonistas. Hugh Jackman está muy bien como Mike, interpretándolo como un veterano de la Guerra de Vietnam que cuenta con sus propios demonios y que utiliza la música para olvidarse de sus quebrantos. Tal y como dice su hija en algún momento: “todo alcohólico termina encontrando una nueva adicción, y en el caso de mi papá, es la música”. El veterano actor australiano convence tanto en los momentos dramáticos como en los musicales, dejando bien en claro lo apasionado que es Mike por la música y por el trabajo de Neil Diamond y, eventualmente, también por su esposa Claire, a quien ama mucho.

En cuanto a ella, Kate Hudson da una interpretación sentida y vulnerable como Claire, una música muy talentosa que, sin embargo, sufre de depresión y cae en picada luego de pasar por una terrible tragedia. No pienso incluir spoilers, por lo que solo diré que Song Sung Blue trata el tema de la salud mental con sorprendente realismo y delicadeza, entendiendo que Claire no es una “mujer inestable” más del montón (un estereotipo terrible), sino más bien alguien que necesita de la música para sobrevivir y estar con su familia. En ese sentido, se parece bastante a su esposo, lo cual explica por qué se llevan tan bien.

¿Y qué hay del aspecto musical? Pues tanto Jackman como Hudson hacen un excelente trabajo interpretando las canciones de Diamond, sin dejar de considerar que, además, también están imitando a un dúo tributo de la vida real. Es como una imitación de doble capa, que, sin embargo, funciona para otorgarle mucha energía y emotividad a la cinta. De hecho, Song Sung Blue termina siendo una experiencia bastante sentimental, la cual estoy seguro de que logrará extraerles más de una lágrima a quienes se animen a verla en el cine, cuando se estrene en enero próximo, en Perú. Puede que no sea el filme más original o imprevisible del mundo —especialmente si ya han visto varios biopics musicales—, pero al menos se puede decir que logra desarrollar un vínculo fuerte entre el espectador y sus personajes, como para que los primeros terminen sintiendo algo.

Song Sung Blue: sueño inquebrantable es el tipo de película comercial que podría describirse como feel-good. Sí, cuenta con momentos trágicos y de terrible emotividad, pero en general, debería ser capaz de dejar a su audiencia con una gran sonrisa en sus rostros y, por supuesto, con varias canciones de Neil Diamond grabadas en sus mentes. La recreación de los años 80 y 90 es impecable; el trabajo de Hugh Jackman y Kate Hudson es potente, e incluso si no son fanáticos de Diamond o no han visto el documental en el que se basa el filme, deberían pasarla bien con esta propuesta. Esta película no revoluciona el subgénero del biopic musical, pero al igual que sus protagonistas, lo homenajea de manera emotiva, divertida y apasionada.

Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de Focus Features.

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