2 respuestas

1. 

   Carlos Mario Pineda Echavarría

   2 de diciembre de 2007

   Es lamnetable que sigamos quejándonos de lo que proyectan nuestras producciones cinematográficas. Soy de Medellín y es duro ver la imagen de las ciudades de Cali, Medellìn o Bogotá que proyecta Hollywood, no porque haya narcos, sino por lo deformadas…pero más allá de eso, el cine colombiano es lastimoso porque quiere ocultar la realidad con comedias baratas tipo La ministra inmoral, Bluff, El Carro, El taxista millonario o Soñar no cuesta nada. EL cine de Víctor GAviria se acerca mucho a Madeinusa, y los peruanos que no ven allí valores culturales hacen parte de ese gran grupo (mayoritario, cómo no) de ciudadanos que creen que es mejor la miseria, la corrupción y todos los males que no se muestran, a la película seria, honesta, valiosa que los describe. Decía Susan Sonatag (mal citada) que en la USA se generó una polémica porque habían publicado las fotos de las torturas en las cárceles de Irak, pero no por la tortura…peruanos con Madeinusa y colombianos con el cine que narra la violencia del narcotráfgico están igual, les parece horrible la imagen en pantalla, pero no los conmueve la realidad que la genera…

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2. 

   enrique

   18 de noviembre de 2006

   Siempre es una buena noticia ver una pelicula peruana, y mas si uno esta fuera del pais. Pero no es suficiente que sea peruana para apreciarla incondicionalmente. Menos tratandose de un trabajo como Madeinusa, una suma de incoherencias sobre las fiestas religiosas andinas. Una cinta que acumula detalles gratuitos que no aportan al argumento pero que terminan deningrando y ridiculizando al poblador de la sierra. La reiterada historia del limeño atrapado en las superticiones de un triste pueblito de la sierra. Lamentable.

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