De la cinta en sí podemos decir que es hasta cierto punto más de lo mismo, más de lo que vimos en El abrazo partido, incluso con el mismo actor como protagonista. El uruguayo Daniel Hendler, que hizo de Ariel Makaroff en la cinta del 2004, ahora en Derecho de familia cambia de apellido. Ariel Perelman, abogado, empieza a narrarnos la historia desde su punto de vista, la peculiar relación con su padre Daniel, también hombre de leyes, su trabajo como docente, y su rutina diaria vestido de saco y corbata impecables. Una linda esposa, un risueño hijo, una profesión estable, parece tenerlo todo, pero algo falta. De eso trata la película, de aquel momento en que Perelman hijo comienza a cuestionarse algunas cosas que da por sentado, una vez que cae en la cuenta que su pase a la adultez es un hecho. La historia transcurre sin mayores sobresaltos y concluye como empezó, de manera correcta, convirtiéndose en un retrato de la experiencia de un hijo que comienza a ser padre.
Esta web usa cookies.