7:45 de la noche, tenemos curiosidad por ver la segunda cinta de Tristán Bauer en el campo de la ficción, que viene precedida de varios premios, entre ellos el del jurado en San Sebastián 2005 y el Goya español como mejor filme extranjero del 2006. Para la presentación del film estuvo en la Sala Roja del CCPUCP el actor argentino Gastón Pauls, conocido por su papel en Nueve reinas.

Cogiendo el micro, Gastón comentó que era la tercera vez que asistía al festival y luego dijo que en su recorrido por el mundo, siempre que le tocaba hablar de Iluminados por el fuego, lamentaba que tuvieran que existir películas así, por el hecho de que se basaban en conflictos bélicos que siempre dejan dolor y destrucción a su paso. Dedicó el film a aquellos que vivieron el horror y sufrieron las consecuencias de la guerra de las Islas Malvinas, incluyendo a los cientos de veteranos que en los años subsiguientes se suicidaron. No dejó de mencionar el momento actual en Medio Oriente con las bombas cayendo sobre Líbano e Israel.

Con esa introducción no cabía esperar más que un relato de denuncia de los hechos y condiciones en que se llevó a cabo la guerra de 1982, principalmente para los soldados argentinos. Todo está narrado por el personaje de Pauls que a raíz del intento de suicidio de un ex compañero de trinchera, vuelve a recordar los momentos vividos. Podemos decir que la reconstrucción de la guerra, con algunas escenas documentales, cumple con situarnos en el centro del desigual enfrentamiento, pero el tratamiento dramático se torna excesivamente lacrimógeno y simplista, con algunas escenas demasiado predecibles y un final que se extiende más allá de lo deseado.

Pero el fondo de la historia es válido, recuperar la memoria de un hecho nefasto, señalando a los responsables, sirve para buscar que acciones similares no vuelvan a suceder otra vez. ¿Aprenderán los pueblos que el camino de las armas siempre entraña ocultos intereses?