A pesar de tener, cuando menos, dos proyectos más por rodarse, Pedro Almodóvar cuenta con la seguridad de llevar a la pantalla el recorrido vital de este compatriota, que nunca consideró su trabajo como algo definitivamente artístico, sino como una manera de expresión ante los años más terribles de la represión franquista. De hecho, para ser publicados sus versos, tenían que ser memorizados a la perfección por algún compañero a punto de ser liberado, la utopía de Fahrenheit 451. Es recién en estos últimos años que el escritor, cuyo verdadero nombre es Fernando Macarro Castillo, se animó a plasmar esas experiencias en el papel. Ahora cuenta con la posibilidad de ser inmortalizado en el celuloide, veremos qué puede salir de este proyecto. Por ahora, lean el poema Autobiografía.
(Vía El País)
Esta entrada fue modificada por última vez en 19 de febrero de 2008 11:30
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