“Al final vienen los turistas”, cinta de Robert Thalheim
Este año, el Festival de Lima contó con un atractivo especial para aquellos que se inician en el campo de la crítica cinematográfica. Se trató del Taller “Crítica de Cine para jóvenes críticos” dirigido por Klaus Eder, Secretario General de FIPRESCI, renombrado conocedor de esta labor.
Tras el proceso de postulación, fueron seleccionados seis jóvenes de Perú y Chile, los cuales además de asistir al taller diario, resultaron favorecidos con la posibilidad de ver todas las cintas del Festival (dentro y fuera de competencia), encontrarse con los directores y participar en las diversas actividades. Se debe mencionar, que la iniciativa de este taller, surgió tomando como ejemplo el Talent Campus de la Berlinale, en el que han participado en los últimos años diferentes jóvenes críticos de cine de todo el mundo.
Los resultados de esta experiencia, se ven reflejados en los diversos textos que se publican en la página del Goethe-Institut. A continuación, extractos redactados por algunos participantes del taller sobre las películas exhibidas en este Festival:
Flor Preciado, nos dice sobre Tropa de Élite:
Tan cercana a la realidad como le fue posible, porque ésta supera cualquier ficción. El filme empieza con una cita sobre la conducta social donde se dice que las personas se comportan de acuerdo a lo que su entorno les determina. En estos términos, el director nos muestra la teorización de su pensamiento. La Tropa de élite es la policía especial de Brasil, incorruptible y certera, encargada de contrarrestar todos los actos de violencia en donde la policía es totalmente incapaz. Irónicamente, la violencia se combate con violencia.
La rabia en la visión de Enrique Valdez:
(…) La Rabia es un filme al que finalmente le queda grande el título. Carece de la profundidad y volumen que ofreció Mathieu Kassovitz en La Haine para conectar la violencia con sus raíces. Alguna correlación con la situación política o económica que viven las pampas argentinas es inexistente, resultando en una película rebrotando de crueldad glorificada, superficial en todo sentido. Mientras más golpe se daba y más chancho se despellejaba, menos se la creía a Carri. Hay que darle crédito igual por mantenerse al borde de lo ordinario, intercalando formatos con animaciones abstractas para entrar en la mente de la perturbada Nati.
Miguel Ángel Farfán comenta sobre Al final vienen los turistas (And along come tourists):
And along come tourists, habla acerca de las secuelas de la guerra. De cómo los ciudadanos hijos del conflicto tienen que aprender a reconciliarse. A pesar de que han pasado más de sesenta años del final de la segunda guerra mundial, Thalheim, quien presentó esta película en la Selección Oficial de Cannes, tiene una mirada personal. Después de todo, él se basó en sus experiencias para filmar. Él, al igual que Sven, viajó cuando era joven a Polonia e hizo su mismo trabajo. Quizá por eso la película es más honesta y sencilla. Pero lo cierto es que es una historia universal sobre cómo ninguna guerra puede durar para toda la vida, porque al final, siempre llegan los turistas.
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Esta entrada fue modificada por última vez en 26 de noviembre de 2008 16:21
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