Por su reino en la periferia de la moral pasaron todo tipo de historias y personajes. Desde sus estrellas mediáticas como Linda Lovelace, Georgina Spelvin, o Harry Reems, hasta sus choques con las murallas del escándalo y de las ambiciones empresariales que inmediatamente se adueñaron de gran parte de su territorio. Fue con él que se inició la llamada época dorada del cine pornográfico. Damiano realizó un puñado de películas tan extrañas como ambiciosas, que incluso reclamaban un lugar más allá de la etiqueta del hardcore. Ahí están cintas como The Devil in Miss Jones o Memories within Miss Aggie, pero por sobre todas siempre permanecerá Garganta profunda, esa malcriada respuesta en la mesa de la adulta moralidad que esconde los cunilinguos y felaciones como espectáculos tenebrosos, pero que se terminaban volviendo festivos aún contemplados detrás del umbral de la puerta.
(Vía El país)
Esta entrada fue modificada por última vez en 28 de octubre de 2008 12:50
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