Como en la estimable Kirikou (una película que pasó totalmente desapercibida en su estreno en el Perú), Ocelot parece seguir siendo ese artesano efectivo y tradicional que a su modo desoye las recientes tendencias de la especialidad en su país de origen. Una especie de Miyasaki francés, a pesar de las concesiones tecnológicas de esta última película. En todo caso esperemos tener la oportunidad de comprobarlo. Por lo pronto, la película se estará exhibiendo recién en Estados Unidos por estas fiestas. Motivo perfecto para darle una mirada al avance:
(Vía Twitch)
Esta entrada fue modificada por última vez en 17 de diciembre de 2008 18:08
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