Up in the Air: Tarjeta de preembarque

Up in the Air

Up in the Air
Ryan conoce a Alex

¿Cuántas horas viajamos en micro? ¿Es más rápido si vamos en combi o si tenemos más monedas para subir a un taxi? El asunto es que mientras apoyo mi cabeza en la ventana pienso en lo afortunada que soy por no tener que desplazarme congestionadas horas, casi todo está al alcance de unos pasos. Sin embargo envidio a Ryan, envidio el tiempo que tiene para divagar asomado entre la tropósfera de su hogar suspendido y de la realidad terrestre. Le envidio y le entiendo.

Up in the Air tiene todo lo necesario para conectar con la audiencia, por lo menos con la gran mayoría, tiene la incertidumbre de la crisis de media edad que a muchos se puede presentar en cualquier instante de su existencia y tiene a George Clonney haciendo de un personaje que por un instante me hace pensar si hay algo de él en Ryan, tan sólo una pizca de reflexión del soltero codiciado de Hollywood.

Pero la película no es sólo sobre este personaje con el difícil trabajo de andar despidiendo gente, para balancear la historia y encontrar el punto de inflexión tenemos a la joven Anna Kendrick como la ilusa Natalie que ve como sus proyecciones de vida personal no se cumplen bajo el estricto parámetro que a veces solemos poner. Del otro lado de la balanza tenemos a Vera Farmiga como Alex, una práctica ejecutiva, tal vez el idealismo de las mujeres de este siglo pero como algunas cosas son abstractas y para evitar las fachadas se construye un muro de contención, como lo dije: práctico.

Hay mucho de vida en esos tres, hay mucho de etapas y evolución de pensamientos, hay risas porque en cualquier instante podemos identificar nuestros sueños con la realidad en la que estamos parados hoy, la misma realidad que ha ido carcomiendo la inocencia y el romanticismo de las ilusiones. Pero ello no significa el fin y es cuando la testaruda Natalie se lo encara a Ryan quien finalmente entiende en dónde conectar el próximo vuelo.

En el contexto de esas disyuntivas personales está el punto más verosímil de la historia, la crisis económica americana, ello pone a todo el filme en nuestro tiempo y ya no se ve distante como las comedias que veía en canal Retro de Jack Lemmon o de Cary Grant, y que a raíz de la película se lee mucho de esta relación Clonney-Grant. Todo eso sucede o acaba de pasar, es que tan difícil como ser un excelente viajero es saber equilibrar la vida laboral y personal, ya que en este mundo competitivo el que no empaca bien, viaja mal.

Archivado en:


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *