Yo maté a mi mami: El cine de Xavier Dolan


Xavier Dolan (Montreal, 1989), reconocido director, guionista y actor canadiense, ganador de diversos premios internacionales, refleja en sus obras con mucho sentimentalismo e incomodidad temas frecuentes para la sociedad actual, colocando a sus personajes en constantes discusiones. Asuntos relacionados, por ejemplo, a la familia, la homosexualidad, el amor y de manera menos explícita, la religión y la amistad.

Dolan siempre nos presenta personajes en rebelión respecto a puntos controversiales, lo que suele levantar un fuerte debate o una inclinación hacia una posición en especial. Una de las cosas que más me llama la atención de su cine es como plantea el universo y la imagen de la madre. En la mayoría de sus películas, Dolan hace referencia a la figura materna como alguien ausente en la crianza de un hijo. Es decir, alguien que por más que está presente físicamente (por que mayormente la figura ausente es la del padre), no está viviendo el rol en su totalidad, o en su debido tiempo no lo asumió de manera responsable.

Asimismo, los personajes maternos que él crea suelen ser mujeres relajadas y poco conscientes en cuanto a sus hijos, generando gran dificultad para controlarlos y de cierta manera llegar a ellos, poniéndolas en situaciones violentas y enfrentamientos constantes. Las madres en el cine de Dolan también suelen tener cierta actitud inmadura al margen de su edad, y por lo general se les presenta como personas solas, no simplemente solteras, sino solas en el universo que implica ser madre. De esta manera, tomaré como ejemplo dos de sus películas, su ópera prima “Yo maté a mi madre” (I Killed My Mother, 2009) y la probablemente más conocida “Mommy” (2014). Elegí estas películas porque en ellas encuentro distintos puntos de vista en cuanto al personaje de la madre, y también porque contienen conflictos que parten de universos distintos. En otras palabras, ambas películas condicionan al personaje de la madre de dos maneras diferentes sin perder el hilo común de lo que una madre refleja para Dolan.

«Mommy» (2014)

Empecemos con “Yo maté a mi madre”. En este film vemos a Hubert, un adolescente que tiene mucho resentimiento hacia su madre, Chantale. Hubert vive solo con ella, con quien tiene una pésima relación fruto de la adolescencia y por actitudes de Chantale que él odia. También se menciona en varios momentos del film que ella fue una madre ausente para él. Hubert no ve casi nunca a su padre y en paralelo a todo esto, experimenta la homosexualidad, hecho que no comenta a su madre, reflejándonos con ello una falta de comunicación. A mitad del film, Hubert tiene un momento de calma, intentando complacer a su madre de alguna manera, pero luego de unas escenas, vuelve la ira y el desprecio hacia ella. Hacia el final vemos un intento de reconciliación entre madre e hijo, el cual concluye con un final abierto, al no dejar nada dicho con respecto a la historia presentada.

Todos los sentimientos tratados aquí son transmitidos en la mayor parte de la película. Incluso esta comienza con unos planos de Hubert haciendo referencia a su madre (de manera similar a un documental, y a ciertos planos de la siguiente película de Dolan, “Los amores imaginarios”). Es aquí donde el director posiciona al espectador y transmite por primera vez y de manera explícita lo que para él significa y vale su madre.

A medida que la película va avanzando, vemos fuertes actitudes de Hubert hacia su mamá, suma de resentimientos y de la adolescencia, una etapa en la cual muchos nos desentendemos de nuestros padres. En este caso, el hijo no presenta ningún déficit o problema psicológico, los sucesos van más inclinados hacia lo sentimental y hormonal, sintiendo rechazo hacia cualquier actitud de Chantale, quien tiene costumbres desordenadas, sucias, pasivas y una gran falta de comunicación con su hijo. Asimismo, Hubert nos presenta su hogar como un lugar en el cual no existe paz, donde no encuentra el respiro que busca y se refugia en la soledad. Es por esto que huye cada vez que puede a la casa de Antonin, su pareja, o a la de Julie, su maestra. Por otro lado, la película cuenta con una narrativa muy lograda, está filmada en su mayoría por planos muy cerrados o encuadres con los aires cambiados, lo que genera incomodidad y cierta asfixia, sensaciones que corresponden al personaje de Hubert.

Xavier Dolan en «Yo maté a mi mamá»

En segunda instancia, tenemos a «Mommy» (2014), película que cuenta la historia de Diane, madre de Steve, un adolescente que sufre de hiperactividad y déficit de atención. Ambos viven en una Canadá ficticia donde se aprueba una ley que permite que los padres incapaces de controlar a sus hijos problemáticos los internen en un centro especial. Sin embargo Diane decide criar sola a Steve, sin pedir ayuda profesional. Steve suele tener arranques coléricos hacia su madre, además de un gran problema de desobediencia. Ella, desempleada, lo cría y lucha contra las actitudes y problemas que traen consigo este tipo de personas.

En un momento de la película, vemos que Steve llega a controlarse e intenta llevar las cosas en la misma corriente que su madre (al igual que el personaje de Hubert, comentado líneas arriba) pero luego de unos minutos, vuelve el quiebre en su estabilidad. En este trance, ambos conocen a su vecina, con la que construyen un fuerte vínculo y sirve como ayuda en el progreso de Steve (un apoyo como la profesora en la película anterior). Finalmente, los tres logran funcionar y crear una especie de familia juntos.

En «Mommy», a diferencia de “Yo maté a mi madre”, existe la figura de una madre un poco más luchadora y presente, que se encuentra en una situación completamente distinta a Chantale. Diane es una viuda desempleada, alguien de carácter fuerte que hace hasta lo imposible por poder tomar control sobre su desenfrenado hijo, que sufre de problemas psicológicos, lo que la ubica en un universo distinto al de Chantale, quien más bien tiene problemas de crianza, carácter y aceptación.

En estos dos films se presenta la imagen de la madre desde dos puntos totalmente distintos. En el primero, la representación de la madre es completamente manchada y cuestionada, excepto por una escena en la cual se intenta mostrar a una mujer que trabaja y se esfuerza por mantener y sacar adelante a su hijo. En el resto de la película, y por la posición de Hubert, queda claro que la madre hizo mucha falta a lo largo de la crianza de su hijo. Asimismo, ella busca apoyo en el padre, tomando una decisión que involucraría dejar a Hubert en un internado debido a sus malas calificaciones y diversos conflictos en casa. Por otro lado, en la segunda película analizada, la madre cuenta con algunas características similares a las de Chantale. No obstante, ella tiene un carácter fuerte y no se cansa de intentar dominar a Steve. «Mommy» nos presenta a una madre que a pesar de tener la misma estructura que Chantale, aquí sí es defendida por el director, mostrándonos cómo ella hace hasta lo imposible por estabilizar su vida y la de Steve en vez de dejarlo a cargo del Estado.

En las dos películas tenemos una madre que es constantemente juzgada, las dos con ganas de seguir viviendo como lo hacían antes de convertirse en madres, solo que ambas son tratadas de manera distinta por el director. A una lo acepta y asume (Diane), proyectando una imagen de luchadora y transmitiendo calma al espectador; y la otra (Chantale) intenta hacerlo, a su manera, pero sin mucho esfuerzo no consigue nada que pueda cambiar la imagen manchada que el protagonista nos transmite de ella durante toda la película. Un ejemplo es la escena que describí líneas arriba, en la
cual Dolan justifica de cierta manera la vida que lleva Chantale. Ahí se la presenta como una madre soltera que trabaja y se desvela por darle un hogar, comida y educación a su hijo, pero esa es la única escena en la cual se limpia un poco la imagen de ese personaje y su rol de madre. En cambio, según mi punto de vista, «Mommy» parte de esta idea y gira en
base a esta -a pesar de ser ambas, madres extravagantes y diferentes a la imagen materna tradicional-. En este caso, Diane lucha e intenta llevar las riendas de la situación con su hijo.

La evolución de la figura de la madre en estos dos filmes se entiende y se justifica al leer declaraciones de Xavier Dolan, en ellas hace mención a que iempre tuvo problemas con su madre, especialmente en la adolescencia y que el guion de “Yo maté a mi madre” es casi autobiográfico. Cuenta también que gracias a ese film logré cerrar ciertas etapas de su vida, lo que resulta evidente al comparar estas dos obras.

I Killed My Mother (2009)

Finalmente, me gustaría añadir que en cuanto a la narrativa, las dos películas cuentan con la típica incomodidad con la que Dolan impregna sus películas. Tanto «Mommy» como «Yo maté a mi madre» están compuestas por planos cerrados y tonos pasteles. «Mommy» está filmada en un formato que nos transmite asfixia y extrañeza. Mientras que «Yo mate a mi madre» tiene repetidas veces un encuadre con los aires invertidos, lo que genera el mismo sentimiento en el espectador. Adicionalmente, ambas cuentan con un momento de relajo en común donde aparece la calma, escenas donde los hijos se estabilizan e intentan colaborar con el rol que ejerce la madre. Esta secuencia es contada de manera distinta, pero las dos contienen un plano del hijo (Steve o Hubert) regresando de comprar, Hubert montando bicicleta por las calles y Steve montado en un skate, los dos cierran los ojos y escuchamos una música extradiegética, que nos da cierto alivio y sabor de esperanza.

En conclusión, en varias de sus películas, Xavier Dolan trata de distintas maneras el tema de la maternidad, y si bien en algunas no lo llega a tocar a fondo -como en “Los amores imaginarios”-, siempre aprovecha la mínima oportunidad para incluir en el guion una escena en la cual aparece una mamá, esa mujer tan importante en la vida de todos y cada uno de nosotros. Para bien o para mal.

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