Podríamos considerar, ya en el año 2022, que las adaptaciones de best-sellers literarios dirigidos a adolescentes han formado un propio subgénero cinematográfico que, muy probablemente, inició con las obras llevadas al cine de Nicholas Sparks allá por inicios de siglo con A Walk to Remember (2002) y The Notebook (2004). Son fórmulas que funcionan en taquilla, a pesar de que el resultado en pantalla no siempre sea el mejor. Personalmente, he escuchado mucho que el argumento para defender a estos largometrajes de las críticas siempre fue que el público objetivo, referido a quienes habían leído la novela, iba a saber valorarlos y disfrutarlos. Aunque yo nunca he leído literatura de este tipo, tampoco reparé mucho en aquel sustento, pues, entre algunas más y otras menos, habían películas de este tipo que me parecieron, en su momento, de regulares para arriba, como The Perks of Being a Wallflower (2014) y Me Before You (2016), por poner algunos ejemplos.
Así como algunas adaptaciones me han parecido muy rescatables, en los últimos años el nivel ha ido cayendo drásticamente y se ha enardecido la defensa de que las versiones cinematográficas sólo pueden ser apreciadas por los fanáticos de las obras literarias. Evidentemente, esa idea no tiene ningún tipo de sustento. Desde luego, un lector del libro podrá disfrutar mejor la historia plasmada en pantalla así como un fanático de los cómics disfrutará mejor las películas de superhéroes, pero eso no exime a cualquier largometraje de construirse con un mínimo de respeto, para que el público en general pueda disfrutarla, pues la cuestión de fondo no subyace en que el argumento no se entienda, sino que el guion adaptado se ha ido descomponiendo, cada vez más, a productos perezosos y simplones.
En medio de esta avalancha de pésimas películas que provienen de adaptaciones de novelas juveniles, empezando por la infame cinta española de Netflix recientemente estrenada A través de mi ventana basada en una serie de novelas salidas de Wattpad, que una producción como The Sky is Everywhere aparezca en la parrilla de una plataforma digital como Apple TV+ es una buena noticia. La película, adaptación de la novela homónima escrita por Jandy Nelson (quien también adaptó el guion), tiene en la dirección a Josephine Decker, quien dispone de la suficiente motivación para contar algo nuevo a su manera e impregnar a la cinta de una identidad visual auténtica que la eleva lo suficiente como para sobrepasar los momentos en que tiene ciertos tropiezos.
The Sky is Everywhere cuenta la historia de Lennie (Grace Kauffman), quien vive en una casa en medio del bosque con su tío Big (Jason Segel) y su abuela Fiona (Cherry Jones). La hermana de Lennie, Bailey (Havana Rose Liu) ha fallecido recientemente por una insuficiencia cardíaca, la misma causa del fallecimiento de la madre de ambas, unos años atrás. Lennie deberá reponerse de su pérdida con ayuda de su familia, de su amiga Sarah (Ji-young Hoo), de su nuevo interés amoroso, Joe (Jacques Colimon), y del ex novio de su hermana, Toby (Pico Alexander).
A primera impresión, la historia no es completamente novedosa, pero lo valioso del filme se encuentra, en primer lugar, en el desarrollo de Lennie y en la exploración de sus sentimientos y sus ideas, pues descubrimos interesantes reflexiones que tiene sobre el mundo desde el dolor que la acompaña y que la convierte en una persona emocionalmente inestable, cuyas acciones involuntariamente impactan en los sentimientos de sus seres cercanos. Este proceso de sanación que atraviesa, abre dilemas sobre la libertad que tiene para lastimar, sin intención pero de forma severa, a sus seres queridos y hasta qué punto esto puede ser comprensible y cuando ya no puede ser tolerado.
Si bien el argumento nos lleva hacia algunos lugares comunes en el que exceso de melodrama termina apagando la naturalidad con la que la trama se plantea, generalmente esa sensación de empalagamiento se suele conducir de manera acertada, dándole espacio a cada personaje de exponer sus puntos y comprender eficientemente que es lo que desean expresar. Por otro lado, es interesante la discusión de la empatía que se plantea el guion, pues el hecho de que Lennie y Toby se acerquen tras el fallecimiento de una persona que ambos amaban, invita a cuestionarnos si la sanación espiritual se refuerza al costado de una persona tan dañada como la propia protagonista, o si es mejor que estuviera rodeada de personas que estén en una mejor situación emocional, aunque éstas quizá no se identifiquen por completo con lo que ella siente.
Hay otro elemento que le permite a The Sky is Everywhere la posibilidad de narrar la trama de una manera singular y esta es la identidad visual que ofrece a lo largo de toda la película. Son muchos los recursos estilísticos que Decker utiliza para redondear lo que el guion está contando. Así, por ejemplo, tenemos animaciones introducidas dentro de planos que enfocan al bosque, como las nubes dibujadas en ciertos pasajes, o los travellings muy dinámicos que se emplean inicialmente para establecer la información previa con la que debemos empezar. También hay una secuencia en la que Lennie y Joe escuchan una composición clásica de Bach que desborda mucha delicadeza, pues ambos personajes son rodeados, figurativamente, de flores. En ese sentido, no solo en esta escena, sino a lo largo de la cinta, la fotografía a cargo de Ava Berkofsky es, en el peor de los casos, realmente destacable. La intención en general, creo comprender, es hacer mucho más lúdica la experiencia al disfrutar esta película lo cual se consigue. Sin embargo, el acierto continuo de estos recursos también le brinda la robustez necesaria a la historia para que sobrepase las expectativas de la convencionalidad.
El subgénero en cuestión que mencionaba líneas arriba parecía deshidratarse en producciones vacías y tan banales que ya empiezan a inclinarse por un exceso de erotismo en ellas. En cambio, The Sky is Everywhere es un oasis de esperanza que está enfocada para un público juvenil, pero que puede ser considerada como contenido familiar y que seguramente será apreciada por sus virtudes narrativas y estilísticas que sobrepasan, por mucho, sus defectos.
Esta entrada fue modificada por última vez en 16 de febrero de 2022 21:52
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