Festival de Bruselas: «Ciudad sin sueño» (2025), el fin de la comunidad


El largometraje del español Guillermo Galoe explora lo que significa vivir en los márgenes de la sociedad. Tan al margen que se habita fuera del tiempo y de las socializaciones que corresponderían en un entorno más cotidiano para esta época, para esta realidad. Como bien mencionó el director en nuestra entrevista, esta realidad está a tan solo quince minutos de Madrid, donde él vive. Una ciudad cosmopolita que, en su contraste, genera espacios a los que les falta mucho para sobrevivir.

La comunidad de la Cañada Real vive sin electricidad desde hace ya mucho tiempo, algo que está en el imaginario colectivo de la mayoría de españoles, quienes se han enterado a través de las noticias. Sin embargo, no ha habido cambios. De hecho, lo que se ha visto —y se sigue viendo— es la pérdida de la comunidad: cómo poco a poco se ven arrinconados, cómo les van quitando sus casas, enfrentándolos a dos opciones igualmente dolorosas. O bien mantener sus viviendas de forma ilegal, sobornando a quienes intentan desalojarlos, o bien unirse al resto de madrileños viviendo en pisos pequeños y pagando alquileres exorbitantes.

Una realidad cada vez más común en las grandes ciudades del mundo. Quizás sea eso lo que hace que Ciudad sin sueño resulte tan identificable en cualquier contexto, y lo que le ha permitido cosechar tantos éxitos a nivel internacional. Tras su paso por la Semana de la Crítica de Cannes, donde recibió el SACD Award a su guion y dirección, fue también seleccionado en el BRIFF – Brussels International Film Festival, donde tuve el placer de hablar con el director, ver su largometraje y confirmar lo especial que es.

Galoe logra algo que, aunque pueda parecer sencillo, rara vez se lleva a cabo con acierto: narrar realidades crudas con dignidad. No desde una mirada paternalista, sino colocando a sus personajes al mismo nivel que la historia, dándoles incluso herramientas para que, dentro de lo posible, ellos mismos sean los narradores de su experiencia, al menos de manera parcial.

Para lograr esto, el director convivió con la comunidad durante seis años, un proceso largo y respetuoso del que nació también un cortometraje previo (Aunque es de noche, 2023), que sirvió como una suerte de preparación tanto para el propio director como para los personajes. Esta etapa inicial les permitió a ellos familiarizarse con las cámaras, con los discursos narrativos y con ese reflejo de verse representados posteriormente en la gran pantalla. Como él mismo Galoe me comentaba, no quería que el rodaje fuera como un avión que llega, visita la comunidad, toma lo que quiere y se marcha. Quería un proceso orgánico, en el que las personas que abrieron su espacio y sus vidas pudieran sentirse parte activa de la narración, junto a él y su equipo.

Guillermo me habló también del gesto de permitir a los personajes más jóvenes tomar los móviles y jugar con efectos y colores. Ese juego refleja su cosmovisión y conecta con la mitología de la comunidad, donde hay ríos color vino y cielos de los tonos más inesperados, tal como lo muestra el efecto de cámara que ellos manipulan. Somos brevemente introducidos a esos mitos, no solo a través del diálogo, sino también desde la forma. Y además corremos con ellos, cazamos con ellos, nos sentimos aislados como ellos cuando nuestros amigos se van, cuando nos atacan y cuando la comunidad comienza a dispersarse. Son tiempos de cambio, y los protagonistas lo saben. Luchan por sobrevivirlos.

El director Guillermo Galoe (izq.) en un el rodaje de su película Ciudad sin sueño.

Otra reflexión interesante que compartió Galoe durante nuestra conversación es que, a pesar del gesto creativo que aportan los personajes jóvenes al largometraje, la estética fue trabajada cuidadosamente junto al director de fotografía Rui Poças. Se trata de un gesto cinematográfico que los retrata con mucho cariño, realizando con sutileza un retrato visual de la Cañada Real. Finalmente, como él menciona, el gesto último es el de la propia película. Y creo que este logra preservar la dignidad de quienes retrata, no solo con respeto, sino también con humanidad.

Desde nuestra entrevista la semana pasada, Ciudad sin sueño ha sido seleccionada para el 42° Filmfest München, en Alemania. Su estreno en España está previsto para noviembre de este año, y esperamos que llegue muy pronto también al Perú.

La entrevista la pueden ver aquí:

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