Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera, de Kim Ki-duk (2003)

Bom yeoreum gaeul gyeoul geurigo bom
Dir. Kim Ki-duk | 103 min. | Corea del Sur

Intérpretes:
Yeong-su Oh (Monje anciano)
Ki-duk Kim (Monje adulto)
Young-min Kim (Monje joven)
Jae-kyeong Seo (Monje niño)
Yeo-jin Ha (Chica)
Jung-young Kim (Madre de la chica)

Estreno en Perú: 19 de octubre del 2006

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Críticas

Jorge Esponda: «Kim Ki-duk ha sido el realizador más notorio dentro del reciente boom del cine coreano y esta es una de las películas que han labrado su fama ya como autor exigente dentro de ese panorama expansivo. Un relato de aparente sosiego pero en el cual las mismas fuerzas de la naturaleza y su ciclo vital se sacuden en necesario y sabio trance. La sencilla historia de un monje y su alumno se convierte ante nuestra hipnotizada mirada en una cosmovisión absoluta y el pequeño lago sobre el cual el santuario sobrevive al paso del tiempo es el escenario ínfimo, minúsculo en el mundo y donde la paz solo puede ser encontrada a través del arduo y difícil camino de la expiación, del sacudimiento de las impurezas (como el más bullicioso y superpoblado lugar). Filosofía y disciplina del budismo zen que es la esencia misma de esta bella película.» Sigue leyendo la crítica.

 
Alex Guerrero: «En este film Kim Ki-duk traslada a un monje budista y a su infante aprendiz a un lugar recóndito, alejando a estas dos almas de todo lo urbano. Los aisla del mundo en un constante aprendizaje de la vida, la pasión, la naturaleza con una fuerte carga espiritual y emocional. Ahí uno simbióticamente aprende del otro, en cuatro historias con enseñanza y moraleja incluidas, que vienen unidas a universos temporales diagramados en la visión ciclica de las cuatro estaciones.» Sigue leyendo la crítica.

Ver comentarios

  • Si los humanos actuales miraramos la vida de forma redonda y no lineal comprenderiamos el devenir existencial.Toda "cultura hidruálica" logró comprender eso, por ello,su forma de entender el mundo les permitia volver a una verdadera primavera.Pues bien,Kim ki duk fundó el arte en tres estaciones, que nos permitia evacuar nuestra forma de madurar.

  • majistral obra de arte de kim que esta vez tambien actua mostrando asi su pasado en el mistico estilo de vida budista, una fotografisa impecable y un lenguaje visual llevado al limite del lado simbolico espiritual de la vida misma y con la sabiduria que solo puede ser transmitida por las maravillosas tirras del oriente...

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