Días de Santiago – Crítica del New York Times

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Ex-combatiente, taxista limeño hierve en cólera de alienación
(In Lima, Cab-Driving Veteran Boils With Rage of Alienation)

Por Nathan Lee
Publicado: 8 de Diciembre de 2005

Santiago Román (Pietro Sibille) no puede comprar una refrigeradora. El dinero que gana como taxista no le alcanza siquiera para el pago mensual mínimo, y cuando intenta obtener un crédito, su estatus como reciente marino en retiro en la Armada Peruana no le sirve de nada. Peores cosas le han sucedido, y hay aún peores cosas por suceder, pero este último evento rebalsa el vaso, y Santiago esta a punto de estallar en cólera.

Escrita y dirigida por Josué Méndez, «Dias de Santiago», su primer film, se centra en la desconexión entre el derecho que siente Santiago por ser reconocido y la dura realidad de la vida en la actual Lima. Si «Taxi Driver» es un modelo bastante obvio para este drama compacto y serio, Méndez tambien parece tener una deuda a las películas de Jean-Pierre y Luc Dardenne. No tiene los cortes formales de esos grandes cineastas pero comparte su empatía por los desposeídos, y un punto de vista nervioso que se adhiere muy cerca del actor.

Pietro Sibille no se amilana al escrutinio, ofreciendo una perfomance concentrada y serena que le da más peso al film, a pesar que éste no trate un tema muy inusual. Las frustraciones en «Días de Santiago» se van apilando, llegando a un climax sin respuestas ganándose nuestra simpatía por el atormentado veterano, y nos deja preguntando que hará este prometedor director en su próximo proyecto.

Artículo original del New York Times

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