A continuación vendría lo que todos esperabamos, la proyección de Flores rotas, la última película de Jim Jarmusch. Sólo diremos que saludamos el hecho que una película tan inusual esté pronta a estrenarse en las salas comerciales, al menos según lo mencionado en la presentación. El film existe para el lucimiento de Bill Murray, si por lucimiento se entiende minimalismo de movimientos, y expresiones y gestualidades, sobretodo del rostro de Murray, casi imperceptibles, pero a la vez tan gráficas, que logran obtener las reacciones esperadas en el público, desde risas hasta asombro. (Por cierto hablando de risas, una nota curiosa: la proyección estuvo matizada por algunas carcajadas muy particulares, provenientes del director del Centro Cultural. Más de uno volteaba a mirar buscando el origen de tan sonoras risas).
Terminó así la proyección, un final abierto como se veía venir en los minutos finales, que dejó desconcertado a varios de los asistentes. A la salida calmaron sus dudas brindando con vino blanco y el frío limeño que ya se hacia extrañar. Que se repita.
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ese vino me ha resfriado