Échenle la culpa de todo esto a Margaret Herrick, una bibliotecaria de la Academia desde 1931. ¿Las razones? Le comentó a alguien en el trabajo que el tieso premio, la estatuilla que la Academia de Cine y Artes Escénicas de Estados Unidos entrega cada año, le recordaba a su tío Oscar, nada más y nada menos.
Herrick asumió temporalmente las funciones de Secretaria Ejecutiva de la Biblioteca en lugar de su esposo, que fue destinado al frente en la Segunda Guerra Mundial, y asumió el cargo, en forma definitiva, luego de su divorcio.
En 1964 fue nombrada Directora Ejecutiva hasta su jubilación en 1971, cuando recibió el título de Director Emérito. La biblioteca de la Academia hoy lleva su nombre en su homenaje. Desde aquí la homenajeamos.
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