«Midnight in Barcelona», el proyecto español de Woody Allen, comenzó sus registros ayer, 9 de julio, en el barrio de La Barceloneta. Donde Scarlett Johansson grabó algunas escenas de exteriores degustando un plato, paella según los entendidos, en la terraza de un hotel. Ella interpretaría a una turista que llega a la ciudad catalana. Sus compañeros de rodaje Javier Bardem, Rebecca Hall y Penélope Cruz aún no comienzan sus escenas.
El realizador neoyorquino se encuentra a gusto en la ciudad que lo ha recibido con un honoris causa de la Universitat Pompeu Fabra, y lo ha acogido con una amabilidad enorme. «Es un sueño convertido en realidad» dijo Allen, sobre el hecho de rodar en Barcelona.
Y aunque Woody está feliz, la producción no ha dejado de generar polémicas, pues al estar solventado en parte por el Ayuntamiento de la ciudad, no han faltado sectores que le pidan las cuentas claras al alcalde. El financiamiento español incluye dineros del Ministerio de Cultura que participará con amortización directa en taquilla —aportando el 15% de recaudación si supera los 300.000 espectadores; el Ayuntamiento de Barcelona aporta cerca de un millón de euros, y otras entidades de la ciudad con 350.000 euros.
(Vía Las horas perdidas)
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