Bienvenido a Farewell-Gutmann (2008)


Bienvenido a Farewell-GutmannDir. Xavi Puebla | 98 min. | España

Intérpretes: Sergio Caballero (Martín), Héctor Colomé (Lúger), Adolfo Fernández (Lázaro), Ana Fernández (Adela), Pep Anton Muñoz (Santiago), Marta Novotna (Nadia), Lluís Soler (Fernando).

Estreno en España: 4 de julio de 2008

Todo comienza con la muerte del responsable de Recursos Humanos de una importante empresa farmacéutica. A partir de ahí, se desata la voracidad de los que aspiran a ocupar su puesto, dos hombres y una mujer. Aunque un nuevo llegado, un ser endiosado de perfil excéntrico llamado Luger, encargado de decidir quién es merecedor de tal cargo no se lo pondrá nada fácil a ninguno de los tres. Como en la vida real los jefes supremos no a parecen nunca, son como fantasmas.

Bienvenido a Farewell-Gutmann

Noria de envilecimientos

¡Bienvenido a… Bayer, Ciba-Geigy, Farma, o pongamos por caso Farewell-Gutmann!, es lo primero que te sueltan cuando has pasado las múltiples pruebas que te avocan al trabajo de tu vida, ese en la gran empresa que todo recién licenciado desea con ansía desesperada. ¡Enhorabuena!, ya forma usted parte de nuestra plantilla y le espera un futuro prometedor, le espetan al pobre diablo. Prometedor de ambición sin límite, soledad, problemas familiares, y vacío sentimental. Es el precio de mercado para ser tiburón.

En la línea temática que refleja las relaciones laborales actuales con filmes como El método de Grönholm, Casual Day, o Smoking Day, todas ellas de producción española, el cineasta barcelonés Xavi Puebla ha compuesto un ejercicio que nos recuerda (a algunos) las hipocresías adornadas con lenguaje biónico que dan paso de entrada en esas grandiosas firmas empresariales que te devoran. Bienvenido a Farewell-Gutmann es una muestra de que el cine español tiene, todavía, alguna oportunidad de salvación, y bien merece apostar por todos estos directores nuevos que priman el contenido sobre el continente. Porque contenido no le falta a esta película sociológica, metáfora de un Sistema que conduce a su extremo, insoportable para el alma humana, el capitalismo surgido contra los feudalismos aristocráticos en las asfixiantes sociedades medievales del siglo XVI.

Xavi Puebla forma parte de la nueva hornada de directores españoles llamados a traer calidad a nuestras salas. Su currículo así lo confirma: su opera prima Noche de fiesta (2002) fue muy bien recibida en festivales internacionales de cine, al igual que su cortometraje Viernes (2004). Es precisamente a partir de otro cortometraje (La entrevista, 1998) que Puebla desea desarrollar un largo de tono austero y mirada negra, en ningún caso nihilista, como él mismo afirma. En realidad es como una fábula, un trabajo con aires oníricos, evocación de la caverna de Platón, mundo de sueños, tinieblas de las que solo nos podremos liberar desistiendo de la materia. Puebla también ha construido un estupendo guión donde destaca una excelente dirección de actores que se mueven en un espacio reducido, mostrando un fiel reflejo del carácter depredador y competitivo de la sociedad contemporánea. Pero, visto el casting, no debe haberle costado mucho dirigir a sus actores, porque ha escogido lo mejor de la huerta: Ana Fernández (merecido Premio de Mejor Actriz en el XI Festival de cine de Málaga por Bienvenido a Farewell-Gutmann), Adolfo Fernández, Luís Soler, Héctor Colomé, Pep Antón Muñoz, retornando a pasados malabarismos de contención y expresión de aquél Estudio 1. Todo un placer para aquellos que echaban de menos un elevado trabajo de actor sin distracciones visual-tecnológicas.

Bienvenido a Farewell-GutmannCiertamente Xavi Puebla es muy valiente por entrar tan de lleno en las profundidades de unos personajes que no se mueven entre la polaridad de buenos o malos, sino que son hijos complejos de su tiempo, resultado, en su más alta expresión, del Lobo Feroz.

Bienvenido a Farewell-Gutmann no solo ha triunfado en Málaga, también en otros festivales cinematográficos como el de Tarragona, además de haberse situado en las salas de cine junto a los blockbusters más comerciales del momento, lo que per se es todo un triunfo, gracias al empuje de sus productores que me los imagino peleando en el mundo fiero de la distribución. Aunque mal nos tememos que no durará más de la semana de turno.

Todo comienza con la muerte del responsable de Recursos Humanos de una importante empresa farmacéutica. A partir de ahí, se desata la voracidad de los que aspiran a ocupar su puesto, dos hombres y una mujer. Aunque un nuevo llegado, un ser endiosado de perfil excéntrico llamado Luger, encargado de decidir quién es merecedor de tal cargo no se lo pondrá nada fácil a ninguno de los tres. Como en la vida real los jefes supremos no a parecen nunca, son como fantasmas. Dentro de los confines de un edificio que asemeja a un cementerio, se mueven estos seres cual bosques donde no entra el sol, ni el agua, ni el oxigeno, ni el color. Con algún que otro secundario, tan estupendo como los protagonistas, la cinta habla de los procesos de selección (algo que el espectador seguro que mira con recordado espanto), el amiguismo, las contradicciones de la vida familiar y la laboral, el machismo aún imperante entre coleguillas, y los arbitrarios y estúpidos criterios de decisión. Recursos nada humanos para medrar.

Un lujo de actuaciones en un escenario absolutamente sobrio (aviso), puesto en marcha por un intrépido cineasta.

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