¡Vota por mí! Elecciones norteamericanas en el cine


Las elecciones de ayer en Estados Unidos fueron un suceso ante el cual nadie ha podido mantenerse indiferente. La principal razón -Obama- ha sido mencionada hasta el hartazgo, las demás en cambio no son menos espectaculares: una disputa reñida entre los tradicionales partidos, vueltas históricas en estados conservadores, afluencia masiva y casi desesperada por ejercer el derecho democrático, jóvenes que como nunca se desentendieron de la imagen frívola que tienen ante los demás países. En fin, todo un alboroto necesario que cierra ese mundo, a veces circense, que llamamos campaña política. Un ambiente de este tipo cumple con todos los requisitos para ser retratado en la gran pantalla. El cine se apropió en ocasiones de él para dar sus particulares puntos de vista. Aquí les presentamos algunas:

Wag the Dog: En las campañas de hoy en día, la política se cobra los favores que le hicieron al mundo del celuloide. En esta película el asunto llega al límite con la presencia de un productor que se las sabe todas para vender las ilusiones al mejor postor, business are business.

Primary Colors: Escándalos y trapitos sucios son material de esta guerra. Que lo digan los Clinton, remedados sin mucho disimulo por Mike Nichols en esta película que no sabe si quiere ser seria o quiere unirse a la pachanga electoral.

Citizen Kane: El costado más siniestro de la democracia. Orson Welles la retrató como parte de un destino trágico. Lo peor de la aparente institucionalidad es que a diferencia de las dictaduras o los reinados, es el ciudadano el que tiene la opción de elegir… y elegir mal.

Taxi Driver: Como casi toda actividad social, las campañas electorales siempre atraen a algunos en busca de algún tipo de terapia personal, y más si hay una belleza que te recibe sin prejuicios. Vean sino al entrañable Travis. Al menos, café y bocaditos, recibió.

Recount: Por supuesto, las ficciones en pantalla sirven para dar testimonio de algún momento crucial de la alucinante realidad. Como en este telefilme que da cuenta de aquellas elecciones del 2000 en las que los estadounidenses metieron la pata, perdón… eligieron a George W. Bush.

Bonus:

Elecciones en China: Como no todo es Estados Unidos en esta vida, aquí los dejamos con la conciencia cívica ejercitada por unos niños en tierra orientales. No saben qué es democracia o voto, pero igual se divierten dando efusivos discursos y marchas en Por favor, vota por mí. Todo parecido con la vida real es pura coincidencia.

Elecciones en Irán: Dura labor resulta comprometerse en los comicios en mundos menos prósperos. Más aún siendo mujer en una sociedad como la de Irán en Medio Oriente. Pequeño retrato de valor con aires de documental y visos de comedia. La cinta se llama Voto secreto.

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