Silvia Pinal comenzó por todo lo alto adpatándose sin problemas a la comedia como los melodramas rancheros. Ambos géneros fueron precisamente los más característicos de esa industria hasta el punto de ser referencia obligada en la cultura mexicana. Ahí la veíamos siguiéndole la corriente a los enamorados Tin Tan y Pedro Infante con perfecta alternancia. Esa etapa clásica dio lugar a una un tanto más sofisticada, o de autor. Si directores como Emilio Fernández o Ismael Rodriguez eran directores que expandían su influencia por el melodrama y el cine épico, Luis Buñuel apareció como un creador todavía más radical, insólito y Pinal tomó lugar como su musa. en ese sentido las declaraciones de la actriz no dejan de tener razón puesto que este periodo es tan extraordinario como fugaz. De hecho El ángel exterminador es la única experiencia mexicana de esta asociación, y se dio precisamente cuando las sombras de la decadencia asomban en el medio.
Lo que siguió -y sigue hasta ahora- fue un repliegue hasta los formatos televisivos que fueron imitados a su vez por el cine. Ese ha sido el refugio de los actores de carácter y las figuras envejecidas de otra era. Es cierto que no pocas risas provocará esta decisión -tardíamente oficializada- pero es también pretexto para revalorizar una trayectoria afortunada a su manera, al menos al comienzo.
(Vía El Comercio)
Esta entrada fue modificada por última vez en 11 de diciembre de 2008 13:20
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"El angel exterminador" NO es la única experiencia que compartieron Pinal y Buñuel en el cine mexicano. No olvidar "Simon del desierto". En el caso de "Viridiana" se trata de una producción española.
En este enlace, Silvia reflexiona sobre su retiro y aquella epoca dorada del cine azteca que no volverá jamás:
http://www.jornada.unam.mx/2008/11/27/index.php?section=espectaculos&article=a09n1esp