Nothing Personal (2009)

Nothing personal

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Querida soledad

Lejos queda aquello de que los estrenos cinematográficos en pleno verano boreal eran pasto de la indiferencia de crítica y público. Mientras llega agosto con la apabullante “Origen” de Nolan, y un DiCaprio caramelo de los mejores cineastas; al que le acompaña “The Girlfriend Experience”, un Soderberg provocador; El ensayo de Naomi Klein llevado a la pantalla por Winterbottom, “La doctrina del Shock”, hará despertarse del letargo en el ecuador del mes, así como “Territorio prohibido” de Wayne Kramer, más reflexiones sobre la inmigración.

Un aire fresco de romanos nos llegará de Escocia con “Centurión” de Neil Marshall y cerrará el verano la última de Woody Allen, “Conocerás al hombre de tus sueños” y el Ché de Tristán Bauer, empecemos nuestra elección del cine de verano con una refrescante propuesta de la debutante Urszula Antoniak, polaca afincada en Holanda, cuyo primer trabajo, Nothing Personal, ha conquistado festivales como Locarno (Mejor película, Mejor actriz/Lotte Verbeek, Premio especial de la crítica y del jurado), Marruecos (Mejor actriz), Holanda (Mejor película, dirección, fotografía y sonido) además de un sinfín de nominaciones. Carne de festival para contrarrestar vacuidades vampíricas y bodas pastelosas. Dejando el peso de la cinta a sus intérpretes, el profesional Stephen Rea y la principiante Lotte Verbeek, actriz holandesa con escaso currículo pero buenas maneras, por quién Antoniak ha apostado tan fuerte como para ponerla en la línea central. Y no desmerece en absoluto su labor de interpretación minimalista, natural, en la línea del movimiento Dogma.

Apuntar que lo primero que provoca la cinta de producción irlandesa y holandesa es un apaciguamiento del espíritu alterado por los calores y los ruidos del sopor del momento del año. La fotografía grisácea, un oscuro verdeazul con olor a viento irlandés, reflejo del paisaje, una romántica costa irlandesa de meigas y casas solitarias, por el que se mueve la protagonista muestran un ropaje realista, con ínfulas de cine de autor.

Si la gélida Ann/Isabel Huppert de Villa Amalia dejaba todo atrás para hacer un viaje por el mediterráneo en el que perderse, esta otra gélida y arisca muchacha, llamada también Anne, de la que sabremos bien poco, (justo que se ha quedado sola), emprende un viaje más gris, más solitario, más duro hacia las cavernas de la más absoluta soledad a través de paisajes menos luminosos, la costa oeste de Irlanda. Si en la Anna francesa había una transformación, en la holandesa apenas es perfectible, lo que hace el proceso de catarsis muy introspectivo, de tal forma que el espectador apenas ve al final más que una ligera descarga de aridez y un cambio de paisaje en la huida, acercándose al ruido humano.

Su fotografía, su enfoque en el paisaje, su mínimo diálogo, su música, su eremitismo, su falta de convencionalismos y cura de pesadumbres por medio de la soledad, su división en cuatro capítulos continuos, su hermetismo informativo, todo da pie al público para que construya su propia historia, pasada y futura, a partir del encuentro de una mujer herida pero gata salvaje y un viudo solitario, culto y enfermo.
Hermosa y relajante, mínima y poderosa visualmente.

Urszula Antoniak nos deja algo personal, una entrada en el mundo del cine con buen pie, y faltos estamos de mujeres cineastas, todo sea dicho.

Nothing personalDir. y guión: Urszula Antoniak | 85 min. | Holanda e Irlanda

Intérpretes: Stephen Rea (Martin), Lotte Verbeek (Anne).

Estreno en España: 9 de julio de 2010

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Una respuesta

  1. […] la semana pasada con Nothing Personal de Urszula Antoniak, recorremos una de las mejores paradas del cine europeo. Miradas sencillas […]

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