La realizadora peruana radicada en Francia, Aïda del Solar, viene trabajando en un documental personal sobre la vida de Emma McBride Miller, su abuela, quien fuera elegida como la primera Miss Perú, en el año 1930.
‘Memy’, como llaman cariñosamente sus familiares a la ex reina de belleza, es el personaje principal de esta película, la opera prima de Aïda del Solar, que le sirve como vehículo para volver, físicamente a la Lima de nuestros días, y regresar en sus recuerdos, en su memoria, a los años en que su familia era dueña de una hacienda en Chancay, al norte de Lima.
Por lo que podemos ver en un primer teaser tráiler -y por lo que nos cuenta la directora en una entrevista más adelante- la película explora las relaciones entre Emma McBride, sus familiares más cercanos, y sobre todo con los trabajadores de la hacienda. A partir de ahí, la directora reflexiona sobre los temas de la familia y la sociedad en nuestro país.
El documental incluye además imágenes inéditas de aquella zona del Norte Chico, con fotografía que datan desde 1890, hasta filmaciones realizadas en la década de 1930:
Sinopsis: Vuelvo al Perú. Mi abuela va cumplir 100 años, en su hacienda, reducida a una fachada. Después de muchos adioses éste será el último, porque ya no recuerda quién soy. Como en las antiguas películas de su marido y los retratos tan presentes de una familia que se fue, sus antiguos trabajadores niegan el final de la historia: ‘Memy’ será siempre la reina. Ellos la apoyaron cuando viuda, durante la reforma agraria, las guerrillas, y la acompañan aún, cantando, recordando, perdonando, y riendo tanto.
‘Memy’ fue perdiendo su memoria mientras yo buscaba la mía, durante nuestros años cómplices: en las fotos y películas mudas, detrás de su sonrisa de primera Miss Perú para deslumbrar el pasado de un país, el destino de un clan, el pavor de la niña que fui y que no encuentro, en la ceguedad del exilio.
Un día, en Chancay, los trabajadores me susurraron: “Si llegas a saber quiénes somos, de repente sabrás quién eras tú…”
Aïda, ¿desde cuándo vienes trabajando en este proyecto documental?
Comencé a filmar en 1997, cuando decidí volver un mes al Perú, luego de muchos años de ausencia. Tomé conciencia que mi abuela se iba a morir, y con ella todo un mundo se me acababa. La persona que más me había protegido en la vida, acababa de poner su casa en venta, a los 84 años. Volví entonces para filmarla. Ella respondía con paciencia a todas mis preguntas, salvo a una: ¿Por qué me fui?
Finalmente ‘Memy’ se quedó, no vendió. El tiempo fue pasando, y nuestros caminos se cruzaron: ella perdiendo la memoria, yo recuperando la mía. Así, mi abuela logró hacerme volver cada vez más, dejándome descubrir, poco a poco algo que yo no podía ver, ni recordar, ni comprender. Gracias a la memoria de sus leales trabajadores, su familia cotidiana de Chancay.
15 años después, esta es una muestra de tal generosidad, siento que lo importante es compartirla. He descubierto que cada vez que le hablo de este documental a alguien, me responden recordando a su propia abuela, contándome de su propia historia. Es muy emocionante.
¿Cómo fue el trabajo de archivo e investigación? ¿Son registros familiares o tuviste que buscar en otras fuentes?
Fue una reflexión progresiva y por lo tanto, lenta. Me tomé todo el tiempo -los últimos años de la vida de mi abuela- para desarrollar el tema. Estoy convencida que una de las más grandes bellezas del cine es el paso del tiempo. Aun así, decidí dar término a la filmación el día de los 100 años de Memy, primero en honor al realismo mágico latinoamericano; segundo, por deontología. Me di cuenta que no seré capaz de filmar su muerte.
Hace tiempo accedí a los archivos inéditos, minuciosos y fabulosos que pertenecían a mi abuelo y que estaban conservados bajo llave. La pasión de un dandy solitario, por la cacería, la fotografía y el cine, se transformó en fascinacion por la bellísima mujer que sedujo, y en amor por la familia que fundó con ella en su hacienda.
Cuando mi abuela me lo permitió, gracias a nuestra complicidad, descubrí algo tan grandioso, y ¡que esta leyenda increíble era mía también! Pero es ahí también que me apareció la pregunta: ¿Y entonces, por qué se me ocurrió dejar este paraíso? El silencio fue absoluto de ambas partes.
Como ahí se complicó todo, busqué en otras fuentes, y el camino fue largo.
Hay cosas que no pude obtener por medios familiares y que me fueron reveladas por casualidad, en una biblioteca, o incluso por Wikipedia. Sobre todo la historia política de la familia me hizo comprender la razón que tuvo mi abuelo de crear su leyenda. Y que un cuento de hadas también tiene su lado bien oscuro.
Todo esto es lo que trato de desarrollar en el documental: la gran historia dentro de la pequeña historia. A través de una pregunta personal cuestiono la familia, una sociedad, un país. Y así, de lo íntimo nos vamos juntos hacia lo universal, lo humano.
Todo está siendo ilustrado gracias a los archivos familiares inéditos (y extraordinarios) y a lo que filmé.
¿Como estás financiando la realización del documental? ¿Cuentas con el apoyo de algún fondo internacional?
Para poder desarrollar esta película, que se ha ido revelando gracias al tiempo, he tenido que escoger ser independiente y no es un riesgo fácil. Algunos productores me han pedido escribir durante un par de años antes de comenzar la producción. Seguro que tienen razón, pero no pude respetar la regla, mi protagonista es alguien de mucha edad como para andar tardando.
Además la estructura la tuve cuando fui siguiendo el hilo del tiempo. Lo que he podido obtener fue más gracias a una complicidad y presencia, que por lo que he escrito en el guion.
Felizmente he tenido algunos premios y becas en Europa de los cuales agradezco a la SCAM (Société Civile des Auteurs Multimédia), la FEMIS, Sources 2, European Documentary Network, y la ayuda y consejos de grandes amigos profesionales.
Ahora, para financiar la postproducción, deseo implicar individualmente a la gente que sienta que esta historia les devuelve la suya: hoy 30% de la humanidad ha tenido que dejar su tierra natal, poco importa la razón. Me fascina la idea de lanzar un crowdfunding antes de diciembre.
Cuéntanos sobre el aspecto técnico de la película.
Hablando del tiempo que pasa, espero que la textura de cada imagen pueda indicar la época en que fue realizada. Los archivos fílmicos son en 16mm, las fotos argénticas en verascope, 6×6, 35. Comencé a filmar con una Betacam y he pasado por muchos formatos, terminando con un iPhone en HD. Este documental podría ser también la historia de la evolución de un siglo de filmación.
Han habido situaciones espontáneas que no permitían preveer un equipo profesional, muchas veces he filmado sola haciendo acrobacias, o pidiendo a amigos que me den una mano. Mis hijos, por ejemplo, sabían tenerme el micrófono o un reflector, desde los 9 años.
Cuéntanos un poco de ti, ¿cuál es tu formación profesional?
He hecho estudios de arte especializados en cine y animación, con diplomas en la Ensad y la Fémis, en Paris.
Trabajo como profesora desde que obtuve mi postgrado. Acompaño proyectos de cine y multimedia como consultora. Actualmente enseño cine en la Universidad de Paris; y guion y semiología de la imagen en Gobelins.
Ficha técnica (provisional)
Título: I Miss Peru! (100 años de ilusión salvo error u omisión)
Largometraje documental de 90 mins.
Dirección: Aïda del Solar
Producción: Joya Productions
Fotografía: Aïda del Solar, Jean-Christophe Ballot y Rafael Zalvidea.
Foto fija: Suzanne Nagy, JC Ballot
Música: Terremoto y su combo
Con el apoyo de SCAM (Société Civile des Auteurs Multimédia) La FEMIS – France. SOURCES 2 – Alemania.
Formato: HD (archivos remasterizados 16mm, video 8mm, vhs, beta, dv, dv-cam y de fotos, diapositivas y verascopes)
Años de producción: 2012 -2013.
Países productores: Perú y Francia.
Extras: Vean esta galería de fotos de la Miss Peru 1930, de la revista “Variedades”.
Lean también este artículo sobre Emma McBride que publicó el diario El Comercio.
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