El cine de terror sigue, y seguirá siendo, el género que menos en serio se le tome, algo que en lo particular me fastidia porque soy un gran fan, y no puedo concebir que no encontremos un producto decente (salvo pocas excepciones) en las innumerables cintas que se estrenan en los cines peruanos cada año. La mayoría son películas hechas para la televisión o pensadas para el mercado del DVD.
La última cinta en ocupar un puesto de honor en este selecto grupo es El Despertar de la Oscuridad (“Dark Awakening”), película dirigida por Dean Jones, que es reconocido dentro la industria como un gran maquillador y haber participado por ejemplo en filmes como “Piratas del Caribe” o “X-Men: Primera Generación”. Esta es su segunda incursión detrás de cámaras y, sinceramente, debería dejar de hacerlo ya que los resultados no lo acompañan como director.
La historia de Dark Awakening se centra en James, Jennifer y Danny, una familia que debe viajar al pueblo de Cedar Falls debido a la muerte de la madre de James. Al llegar al lugar, se empiezan a dar cuenta de muchas cosas extrañas, especialmente, que en el pueblo solo se ven personas adultas. Danny, el hijo del matrimonio, comienza a hacer amistades con “niños imaginarios” (que en realidad son fantasmas), algo que los padres lo toman como algo normal para la edad. Sin embargo, con el trascurrir de los días, empiezan a suceder raros eventos en la casa de la fallecida, sobre todo, que en ella se esconde un terrible y tenebroso secreto, en la que están involucrados muchos niños desaparecidos y el causante de esto podría ser nada menos que James.
Si a uno le gusta y ha visto suficientes filmes de terror, puede deducir que este se ha basado en otros títulos, al menos yo he logrado detectar algunos como “Pesadilla en Elm Street 6”, El Aro, “Siniestro” o incluso Halloween. Es algo lógico recoger ideas de películas anteriores ya que en estos tiempos, tanto este como otros géneros están en déficit de ideas. Lo único que les pedimos es que si lo hacen, llévenlo de forma original.
La historia empieza de una manera lenta y sigue así hasta promediar un poco más de la media hora, y mientras esto sucede, Jones abusa de los movimientos de cámara, paneos y tilt downs, mostrándonos paisajes del campo o la fachada de la casa como si estuviera experimentando. Pero, lo anecdótico de esta película de terror es que no veía una sola escena que me llegara a sorprender. ¿Adónde se fueron los sustos?
Las actuaciones no refuerzan mucho la trama tampoco, ya que los jóvenes actores James Cook y Valerie Azlynn, parecen más figuras para cintas de otro corte o solo como actores secundarios mas no para ser protagonistas de una película de terror. Ni siquiera la presencia de una eminencia del género como Lance Henriksen, que aquí hace del cura del pueblo, levanta este producto. Como detalle, debo agregar que su personaje debe haber dicho la palabra “gracias” unas mil veces. Debe ser un record.
En fin, estamos ante una de las cintas de terror más decepcionantes en lo que va del año, aunque en realidad hay varias, pero habría que hacer una clasificación en grados de decepción. Tal vez la próxima vez que me encuentre con ella sea por el canal Scifi o en una programación de medianoche pero, por mi bienestar y salud, preferiría olvidarme de su existencia.
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